Muchas veces se deja zarandear por el viento. Él la lleva a su antojo de un lado a otro, anula su voluntad y la eleva o la deja flotando despacio mecida por sus invisibles brazos. Con su larga lengua lame todo su cuerpo, ávido de belleza. Cuando se va, ella se queda quieta sobre una hoja, intentando recordar a dónde quería ir, antes de que él la hiciera suya.
Quién fuera mariposa para sentir tales placeres. Creo que ese dónde es interrogativo y por ese motivo lleva tilde. Precioso Yolanda, cada día el listón más alto!!
ResponderEliminarGracias Malén, sabía que algo pasaba con el "donde", tuve puesto: "adónde", a dónde, y finalmente donde..., tengo que volver a clases de gramática, algunas dudas son fatales. Gracias.
EliminarDurante un momento me vi inmerso en una ensoñación erótica. Lo de lamer... creo que las mariposas liban. Coincido con Malén en cuanto a lo del listón. Bravo por ti.
ResponderEliminarGracias Saluditero, lo de la lengua se refiere al viento.
EliminarUn abrazo.
Cierto, que torpeza por mi parte. Mis disculpas. Ahora sí que he entendido bien el relato.
EliminarMuy bonito y poético, Yolanda.
ResponderEliminarBello relato Yolanda. Menuda experiencia para la protagonista
ResponderEliminar¡Plas, plas, plas! Mis aplausos, Yolanda. Poesía a raudales. Me encanta la imagen erótica del viento como el amante y la mariposa como la amada.
ResponderEliminar¡Bravo, Yolanda! Eu, yo creo que se admiten dobles lecturas y triples, etc.
ResponderEliminarYolanda, si mandaras ese pequeño micro a un concurso sobre la violencia de género... sería el ganador. Preciosa forma de plasmarlo.
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