El contenido de mi maleta salpicaba de vida aquella habitación lúgubre y oscura: bikinis, chanclas, alegres camisetas veraniegas…, anticuados muebles y siniestros cuadros colgando de las paredes justificaban el precio del alquiler. Abrí la ventana y la fresca brisa marina engulló con deleite el rancio aire que impregnaba la estancia, los encorsetados personajes de los retratos mudaron su hosca expresión por una de sincero agradecimiento. Me vestí para acudir a la hoguera de San Juan, metí en mi bolso mí ajada piel urbana, mis preocupaciones y mi estrés; serían sin duda suculento bocado para las avarientas llamas.
¡Muy bonito, Yolanda y apropiado para la temporada!
ResponderEliminarBuen relato para mañana. Sí, escribe en un papel las tres cosas que quieres quemar, y sueñas con las tres cosas que quieres que se cumplan. Yo lo voy a hacer...
ResponderEliminarYo también hago cada noche de San Juan el mismo ritual... quemar lo no deseado, pedir el más absurdo de los deseos... Me gusta.
ResponderEliminarQuemar lo inútil y soñar... Se cumpliran nuestros deseos?
ResponderEliminarPinnnn, que así sea. Buen relato Yolanda muy apropiado
Si, Fina, si crees, puedes. Yo lo hago.
EliminarMe gusta mucho, Yolanda. Es una sana costumbre quemar todas las cargas antes de empezar el verano. Tomaremos ejemplo aunque con retraso. Estás hecha una experta en micros y en comentarios, tendrás que darnos unas lecciones. Besos.
ResponderEliminarGracias Lu.
EliminarYolanda, me gusta muchísimo tu micro. Se lee con deleite de principio a fin. Si tengo que poner un pero, prescindiría del adjetivo "fresca" que precede a brisa marina.
ResponderEliminar¡Magnífico!