Prueba nº1: Un paraguas (demasiado pequeño) para proteger a un “Cello”
(demasiado grande) de la lluvia.
Prueba nº2: Una Gabardina dos tallas mayor que la talla propia.
Prueba nº3: Una Composición fotográfica, en la que cada uno de
los personajes que aparecen en ella, miran hacia lados opuesto: el “Cello”, el
músico y el pintor.
Prueba nº4: Un “Cello” Davidov de 1712, fabricado en madera
de ébano, con una funda de fibra de carbono.
La instantánea, recoge el momento exacto anterior, a que un
camión cargado de tomates españoles, atropellase a Dominique de
Williencourt, músico francés de 53 años de edad y a su violonchelo,
impidiendo de este modo, que acudiera a la audición que tenía programada para
participar en la nueva producción musical de Adam Hurst.
El testigo-pintor, según se aprecia en la fotografía, no fue
testigo de nada.
El paraguas, además de no impedir que el “Cello” se
empapara, no pudo parar el golpe.
El camión, salió a la fuga. Se sabe que cargaba tomates
españoles, porque, junto al cadáver del músico, aparecieron un par de tomates,
uno aplastado, el otro no, en cuyas etiquetas se podía leer: Tomate la
Cañada-Nijar.
La persona que captó la instantánea, también murió en el
accidente. Se trata de una turista japonesa de unos 23 años de edad. La fotografía fue realizada con una cámara
Fujifilm finepix X10, presuntamente propiedad de la fallecida. Se ignora la identidad de la víctima.
De la prueba nº3, se saca la conclusión de que el músico y el
“Celo” estaban enfadados. (Posible móvil del crimen)
El “Cello”, salió ileso. Aún no ha sido reclamado. Se sabe
que era robado, que perteneció a Karl Davidov y que en la actualidad lo usaba
Yo-Yo Ma, quien denunció su desaparición hace seis días. Alguien anda tocándolo
en el depósito de pruebas.
Aún no sabemos por qué una talla grande de gabardina,
constituye la prueba nº2.
Se está investigando la única pista sólida de todo este
embrollo: La procedencia de los tomates.
Jajajaja, Fernando, no si al final la culpa será nuestra como con los pepinos. Muy divertido.
ResponderEliminarMuy bueno, Fernando.
ResponderEliminarMe gusta mucho el humor absurdo.
Para mí, esta frase es la mejor:
"Aun no sabemos porque una talla grande de gabardina constituye la prueba nº2."
(Una observación: en esa frase, "Aún" lleva tilde y el "porque" debería ser "por qué")
Me ha parecido muy bueno e ingenioso, con un registro muy diferente de los demás relatos y además divertido.
ResponderEliminarMuy divertido y original!!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. Por el movil me deja comentar, con el ordenador no. Esto es tan absurdo como mi relato.
ResponderEliminarTan lúcido y divertido como Sellers haciendo de Clouseau. Muy buen relato, bravo. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Eufrasio, la verdad es que más que en Sellers, me he copiado de ti para escribir este relato y me he divertido un montón.
ResponderEliminarAlgo fuera de lo común Fer. Muy divertido si señor...
ResponderEliminarUna idea brillante con el "humor absurdo", en mayúsculas, como protagonista.
ResponderEliminarEsta es la prueba "absurda" por excelencia:
Prueba nº3: Una Composición fotográfica, en la que cada uno de los personajes que aparecen en ella, miran hacia lados opuesto: el “Cello”, el músico y el pintor.
¡Buen trabajo!
Gracias Geli, ha sido toda una experiencia escribirlo.
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