Le habías creído, porque necesitabas hacerlo. Estabas harta de la soledad, de compartirlo a ratos perdidos y dispuesta a cortar con todo. Habías hecho las maletas y le esperabas para iniciar una nueva vida juntos. Ibais a dar el salto, empezaríais en otro lugar. Una llamada a la puerta de la habitación y no es él, una nota del recepcionista, la que sostienes entre las páginas del libro con manos todavía temblorosas y que lees y relees sin creértela del todo: “Mi amor, perdóname, no puedo hacerlo”.
lunes, 18 de junio de 2012
Salto al vacío
Le habías creído, porque necesitabas hacerlo. Estabas harta de la soledad, de compartirlo a ratos perdidos y dispuesta a cortar con todo. Habías hecho las maletas y le esperabas para iniciar una nueva vida juntos. Ibais a dar el salto, empezaríais en otro lugar. Una llamada a la puerta de la habitación y no es él, una nota del recepcionista, la que sostienes entre las páginas del libro con manos todavía temblorosas y que lees y relees sin creértela del todo: “Mi amor, perdóname, no puedo hacerlo”.
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La cobardía y el abuso de los otros usa muchos disfraces. Me ha gustado, Maga.
ResponderEliminar¿Por qué tenemos que ser cssi siempre las mujeres las que las que tenemos que comprenderlo todo?. Muy directo y plástico. Me gusta mucho.
ResponderEliminarEso siempre ocurre, son unos cobardes...
ResponderEliminarAinsssssss
EliminarBuen micro. El amor adiccion. En ocasiones hay perder para ganar.
ResponderEliminarDesamor y soledad es lo que sobre todo inspira este cuadro, de momento. Me gusta la segunda persona para este micro. Muy bueno, Maga.
ResponderEliminar"Le habías creído, porque necesitabas hacerlo."
ResponderEliminarLa frase inicial para mí lo dice todo. Lo cree porque lo necesita, porque se engaña, pero no porque pueda fiarse de él.
En cierto modo, la nota es hasta previsible ("sin creértela del todo"). Me gusta mucho el tono de tu micro, Malén. ¡Enhorabuena!
Al final sola con toda sus esperanzas. Muy bello Malén
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