jueves, 14 de junio de 2012
PENITENCIA
Padre, he pecado. Sí, por envidia. Mi cuñada se compró un adosado en una magnífica urbanización y yo también quería vivir en ese lugar. Es verdad que hemos tenido que hacer milagros para poder pagar la hipoteca. Pero después de 360 meses, ya puedo decir que es ¡MIO!. Nadie podrá ya echarnos y dejarnos en la calle. Ahora es el techo de toda la familia: mis hijos, sus parejas, mis nietos. Para mi es una satisfacción tenerlos a mi lado, también es la recompensa del gran sacrificio que a lo largo de la vida hemos sufrido. ¿No cree, padre, que ya he cumplido mi penitencia?
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Pues sí, yo creo que sí, que ya la tiene!! Y también el premio a la constancia y a la mujer sufrida!!Ja, ja, ja.
ResponderEliminarEso si que es penitencia y no rezar un par de padrenuestos. Me gusta tu relato Fergal
ResponderEliminarBuen micro y opino igual que Malén aunque le tuviera envidia a "la cuñá", al fin y al cabo obtuvo su premio gracias al sacrificio, no como "OTROS".
ResponderEliminarDe sobra, de sobra.
ResponderEliminarEs muy duro y me gusta. ¿Cuánta gente ha hecho eso? No quiero ni pensarlo.... Lo malo es que alguna de esa gente aún está haciendo penitencia porque no puede pagar el adosado y el "gonovolumen" que metió en la hipoteca..
ResponderEliminar¿Toda esa gente en un adosado? Esoes una bomba de relojería. A tu protagonista le queda mucha penitencia todavía. Buen relato, Fergal.
ResponderEliminarOpino como Eu, aún le queda un calvario por pasar.¡Buen trabajo, Fergal!
ResponderEliminar"la familia: mis hijos, sus parejas, mis nietos."
Gracias Geli, corrijo.
EliminarEsto esla esencia de la vida...
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