-Creo
que ya está todo.
-¿Has bajado las persianas, Pedro?
-Sí
y también he cerrado la llave de paso.
-Pues
entonces, solo queda bajar las maletas –dijo Juana con un hilillo de voz.
-Vamos,
mujer, no te amilanes. Ya verás como el cambio es para mejor.- Le acarició la
mejilla rápidamente;parecía que su mano, acostumbrada a tareas más rudas, se
avergonzara de aquel gesto furtivo.
-¡Saaanti,
Saaaantiiiii! ¿Dónde estás, tesoro? ¡Nos vamos!
Pero
el niño no contestó. Albergaba la esperanza de que se marcharan sin él. ¿Qué le
importaba que el nuevo piso tuviera ascensor y fuera más grande si allí no podía
llevarse a Pelusa?
Escondido
en el armario ropero, abrazado a su querido gato pardo, contenía las lágrimas y
la respiración.
Jopetas, Geli... casi lloro ¡Qué bueno! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, princesa. Eso quiere decir que te ha emocionado. ¡Bien!
EliminarMuy bueno, Geli!!
ResponderEliminarGracias, Malén.
EliminarY el niño se quedó dentro del armario y Sara se llevó la llave, sí, muy original...
ResponderEliminarPor qué la vida es tan dura con la pobre "Pelusa", aunque la verdad, mi casera no nos deja tener animales. Breve, conciso e intenso, Geli.
ResponderEliminarLo de "no te amilanes" me suena raro. Parece una expresión demasiado antigua para un texto actual.
EliminarGracias Fernando por la observación. Al hombre lo veo perteneciente a un mundo rural (manos rudas), alejado de la ciudad y sus progresos, donde el empleo de palabras arcaicas es habitual.Sin embargo, puesto que es un texto muy corto y quizás es difícil apreciar todo eso, es posible que convenga utilizar otro término más usual. ¿Qué te parece "desanimes"?
EliminarTriste la separación del niño de su compañero de juegos. Muy bueno.
ResponderEliminarGuardo en mi corazón ese sentimiento. En mi caso fue con una perrita, que igual que me regalaron sin pedirla y sin consultarme, decidieron quitármela. Ese día lloré lo que no está escrito y me prometí a mí misma que cuando fuera mayor y tuviera la posibilidad, tendría otra perra. Ahora vivo con una perra, un gato y unos gusanos de seda.
EliminarMuy bueno Geli. Desgraciadamente ocurre muchas veces el que los adultos no valoren el cariño de los niños hacia sus mascotas.
ResponderEliminarAsí es Amparo. A menudo los adultos no valoramos en su justa medida que el mundo de los niños se rige por leyes muy diferentes a las nuestras.
EliminarMuy bonito Geli, realmente el vínculo que se establece con los animales es muy fuerte, tú has logrado transmitir ese sentimiento de forma magistral en muy pocas líneas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Yolanda. Viniendo de ti "la reina de los micros", es todo un cumplido.
EliminarPues yo discrepo. Creo que el diálogo es muy soso, y que el personaje rudo choca con su lenguaje tan fino. Si es un marido rural, no dice "no te amilanes, cariño", suelen hablar más rudamente. Lo siento, Geli, pero a mí no me va el jabón.
ResponderEliminarNi a mí que me enjabonen, y sabiendo tu relación con el jabón, a partir de ahora agraderé mucho más tus comentarios.
EliminarPor cierto, el "cariño" es de tu cosecha. Mi personaje dice: "Vamos, mujer, no te amilanes". Como tú, pienso que debe hablar con cierta rudeza, de ahí que no la llame cariño, sino mujer, sin más.
Geli, conozco muchos hombres rurales, y te puedo decir que nunca dirían "no te amilanes", primero porque no creo que sepan siquiera que exista en el diccionario, no suelen leer, para tu conocimiento, y segundo, suena tan cursi que para su ego masculino les resultaría demasiado "gay" hablar así.
EliminarQué bueno, Geli, me encanta la negación del niño a abandonar a su mascota, es como defender una parte de su vida.
ResponderEliminarMuchas gracias Manu. Me alegra que te haya gustado.
EliminarAmilanarse (De milano).
ResponderEliminar1. tr. Intimidar o amedrentar. . "No te dejes amilanar por sus amenazas."
2. tr. desalentar (‖ quitar el ánimo).
3. prnl. Abatirse o desalentarse."Los últimos fracasos lo amilanaron."
Real Academia Española
El verbo amilanarse, cuyo significado es “acobardarse o abatirse”.
Amilanarse es sinónimo de acobardarse, asustarse, intimidarse, acojonarse, retraerse, espantarse, acoquinarse, atemorizarse, desanimarse, amedrentarse.
La palabra deríva de la voz milano, porque a esta ave de rapiña le temen otras aves menores. Las gallinas y pollos se esconden cuando se percatan de la presencia del milano, se aterrorizan, se amilanan.
Pero el hombre también se amilana ante alguien o algo cuando se acobarda. Y considerando el aspecto transitivo del verbo amilanar, alguien amilana a otro cuando lo acobarda o atemoriza.
Geli, sabemos lo que significa amilanarse, es el contexto que hace que esa palabra quede obsoleta. No te ofendas, pero tú te permites retocar todos los textos de los demás y eres incapaz de encajar que en el tuyo haya algo que no entone y cambiarlo, como hacemos los demás. Lo siento, me decepcionas.
ResponderEliminarWis:
ResponderEliminarNo sé en qué te he molestado y no entiendo tu rabieta. Creo que si algo de lo que te he dicho te ha sentado mal, lo mejor es que me lo digas directamente y no uses la ironía y los comentarios despectivos.
Tus sentimientos hacia mí, te han llevado a la injuria y la difamación. Dices,... bueno, mejor copio y pego tu comentario. No quisiera que me volvieras a llamar mentirosa:
"Wisquensin24 de mayo de 2012 23:17
Geli, sabemos lo que significa amilanarse, es el contexto que hace que esa palabra quede obsoleta. No te ofendas, pero tú te permites retocar todos los textos de los demás y eres incapaz de encajar que en el tuyo haya algo que no entone y cambiarlo, como hacemos los demás. Lo siento, me decepcionas."
JAMÁS he retocado un texto ajeno. He opinado, sugerido, pero NUNCA, NUNCA lo he retocado. Eso lo hace el autor si considera oportunas mis observaciones.
No solo agradezco las correcciones y observaciones de mis compañeros sino que en la mayoría de los casos, las aplico. Te aconsejo que vuelvas a leer los comentarios a mis textos y lo compruebes por ti misma.
No tengo nada más que añadir. Solo quería dejar constancia de tu afrenta para que quien me lea pueda juzgar por sí mismo.
Tranquila, no pienso volver a comentar nada tuyo, ni sobre ti, te pido exactamente que hagas lo mismo conmigo. Solo he discrepado contigo y te he sido sincera, cosa que parece que no te gusta. Que la gente te siga dando jabón, yo paso bastante de la hipocresía barata. Lo dicho, yo no leeré tus textos ni tus comentarios, te pido que hagas lo mismo con los míos. Te deseo lo mejor.
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