jueves, 3 de mayo de 2012

MIEDO A VOLAR

Había sido una noche mágica, desplegaron todas sus armas amándose, ya dormiría en el avión. Tan sólo quedaba convencerla para que lo acompañara en este viaje. El trabajo le iba a ocupar poco tiempo y ella podía ir de tiendas, darse un tratamiento de belleza o hacer lo que quisiera cuando él estuviera en la empresa, después disfrutarían juntos de un lugar tan hermoso como Venecia. Iba a estar fuera de casa más tiempo que de costumbre y no deseaba estar tantas horas sólo. Nunca consiguió que lo acompañara a ningún viaje, su trabajo la tenía siempre ocupada, pero ahora ella se encontraba de vacaciones.

Irene le prometió qué se encontraría con él unos días más tarde. ¿Por qué no le dije qué tenía miedo a volar? ¿Qué digo miedo..., pánico a subirme a un montón de metal?.

Se encontraba sentada muy nerviosa a la espera del despegue, repetía la misma palabra una y otra vez como le habían enseñado “desconectar, desconectar...”.
Estaba pálida, trataba de controlar la situación. Una voz la animaba. -Tranquila Irene, lo vas a conseguir, recuerda todo lo qué te dije-. Irene intentaba proyectar en su mente los momentos disfrutados con Juan. Por él estaba allí. Empezó a sentir como el aparato se movía. No podía respirar, ¡desconectar, desconectar, desconectaaaaaaar, no puedo, no puedo! Gritaba. Se quita el cinturón, echa a correr hacia la puerta, la abre y se tira. Sentada en el suelo se echa a llorar, iba a ser la primera vez que no cumpliría una promesa. El simulador deja de funcionar y el doctor le dice apenado, -solo un poquito más y lo habrías conseguido-.

7 comentarios:

  1. Fina ¡qué idea tan buena! ¡Me gusta!...pero te ruego que pulas un poco más el texto. Por ejemplo, existe una gran contradicción entre el tercer párrafo "Hace dos días la llamó por teléfono, le dijo lo mucho que la echaba de menos y le enviaba un billete..." y el final del relato, que por otra parte, dicho sea de paso, es un final brillante. No puedes engañar al lector para conseguir un final efectista. El final puedes conservarlo, pero sin engaño. Anda, dale a tu cabecita e idea cómo modificar esa parte. ¿Vale? Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Geli, no entiendo lo que me quieres decir con lo de engañar al lector. Irene recibe el billete de avión que le envia Juan y debido a sus miedos se dirige a un medico para que la ayude. Toda la historia es en el simulador. Nunca llegó a coger el avión. Voy a intentar pulirlo. Tus consejos siempre me ayudan mucho. Gracias

      Eliminar
  2. Me ha gustado mucho la idea de tu relato y ese final bajando del simulador esttupendo.
    De acuerdo con Geli en pulirlo un poquito más.
    Cada vez que escribes mejoras, continúa, Fina.

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno, Fina. Me encanta el planteamiento del relato. Superar los miedos. Vamos, sigue los consejos de Geli y Amparo, verás cómo avanzas a pasos agigantados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Soy perseverante Manuel. al menos lo intentaré. Gracias

      Eliminar
  4. Geli modifiqué la historia. La idea que quería dar espero que ahora se entienda mejor

    ResponderEliminar