Me costó mucho tiempo y esfuerzo ganarme su amistad. Él, agradecido, se dejaba acariciar y aceptaba alguna que otra espina de pescado que le ofrecía, engulléndola con ansiedad.
Tenía que buscarle un nombre. Le puse “General” porque era un gato altivo, orgulloso, de mirada penetrante, segura…como un buen general y como me encantaba jugar a los soldaditos, qué mejor nombre que éste.
Se hizo cómplice de mis travesuras, que no eran pocas, e incluso disfrutaba con ello. Al principio las sufrió el señor párroco, después doña Mercedes, la tendera, luego le tocó al boticario, al cartero…a muchos más.
Pero nunca imaginó que pronto comenzaría a sentirlas en sus propias carnes, como cuando concentré la luz solar con una lupa sobre su cola, o le hice andar sobre papel adhesivo para atrapar insectos…o cuando lo pinté de verde o le bañé en brea.
Él, como venganza, me contagió la tiña, dejándome medio calvo y envuelto en unos picores terribles.
Desde su muro, atento, se regocijaba contemplando los pescozones que mamá me propiciaba recordándome la nefasta amistad y la lista interminable de quejas que había recibido esos días por las travesuras.
El muy malvado…
Traviesos recuerdos que fluyen de tu prosa. muy bonito, Manuel.
ResponderEliminarMuchas gracias, Amparo. La verdad es que estos personajes dan mucho de sí.
EliminarManu, reflejas bien los sentimientos. Me gusta especialmente la falta de prejuicios del niño hacia el gato pese a que está sucio y tiene mirada desconfiada y desafiante.
ResponderEliminarMe llama la atención el uso de determinados verbos atribuidos al gato y que claramente pertenecen al mundo de los "humanos", como:
incluso disfrutaba con ello, Pero nunca imaginó que pronto, se regocijaba contemplando
¡Buen trabajo!
Muchas gracias, Geli. Con ello quiero "humanizar" al animal, ya que para el chico es un amigo más, humano o no.
EliminarMuy buena tu corta versión de Jaimito con su "amigo" "General.
ResponderEliminarGracias, Fernando. Lo cierto es que por nuestra sociedad pululan miles de Jaimitos, jejeje.
EliminarBonito relato, Manuel. Me ha gustado mucho!
ResponderEliminarMe ha encantado. Tus descripciones de las travesuras del niño resultan graciosas. Genial
ResponderEliminarA mí también me ha encantado. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra opinión, amigas. Estos relatos de amistad entre pequeños y animales dan mucho de sí, es la verdad.
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