lunes, 21 de mayo de 2012

MICIFUZ

Micifuz, la gata de mi mujer –nunca ha sido muy buena poniendo nombres a los animales- se enredaba entre mis piernas cuando nos enfadábamos. Pasaba rozándose desde la punta de las orejas hasta la del rabo en una danza sensual que me calmaba y conseguía que aplazáramos la discusión hasta la siguiente mala mirada, hasta la siguiente mala palabra.
Desde que naciera nuestro hijo, las cosas no iban bien. Cuando la matrona le arrancó al chiquillo de sus entrañas pareció como si, con él, se llevara su instinto maternal. Algo sucedió dentro de ella, o dejó de suceder –no sé muy bien qué pensar-, pero el caso es que la relación acabó por deteriorarse aún más.
Tampoco ayudó mucho que la primera palabra del crío fuese “Miau”. Aquello la hundió en una tristeza aún mayor y las broncas eran una tónica constante que derivaron en mi odio hacia ella y en el suyo hacia la pobre criatura. Micifuz, entretanto, se hizo cargo de darle al pequeño serenidad, si no el amor, que mi esposa era incapaz de transmitirle. Era su compañera inseparable, le enseñó a perseguir ovillos de lana, a cazar ratones, a saltar sin hacerse daño y a rozarse cuando su madre y yo nos enzarzábamos en nuestra eterna discusión.
Así que no fue extrañó que Micifuz desapareciera un día. Ya no volvió a nuestra casa, ni volvería nunca más... lo sé porque fui yo quien la enterró en el jardín de atrás, una noche de luna nueva, con lágrimas en los ojos por haberme casado con ella y pensando quién evitaría ahora que terminásemos matándonos.

13 comentarios:

  1. Qué historia más triste!!! Se me queda la sensación de pregúntarme qué vida le habrá quedado a ese pobre niño después de la muerte de su compañero... Muy bien redactada, enhorabuena, Eufrasio!!!

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  2. Pero qué cruellllll, agggggggggggg. Vaya día qué llevas, Eu!!!!

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  3. Triste historia Eufrasio. Una mal llevada depresión post-parto. No sé a quién de todos compadecer. Buen relato.

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  4. Joé... a mí me pasa como a Amparo. No sé quién me da más pena! Pero que conste que me ha gustado!!

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  5. Empecé a leerlo sin saber quien era el autor, me llevé una buena sorpresa al llegar al final, porque no pensé que fuera tuyo, no lo veía muy de tu estilo. Me hagustado mucho: tremendo, una historia muy bien tramada y un final redondo.

    :)

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  6. Qué tristeza de vidas. Yo supongo que el gato se muere ¿es así? Porque si lo mata el protagonista, me parece que estoy en una casa de locos. Acláramelo, por favor.

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  7. Yo lo siento por el pobre niño, que ahora se queda solo entre dos personas "cínicamente insoportables". Bastante real a pesar de todo.

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  8. Muchas gracias por vuestros comentarios. Sois muy amables. El final es ambiguo con toda la intención.

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  9. Me ha gustado mucho pero hay dos cosas que no se entienden bien: la frase del "sino..." faltaría algo como "no solo..."
    Y en la última,"con lágrimas en los ojos por haberme casado con ella..." que quieres que quede ambigua, parece que te hayas casado con la gata.
    Un placer leerte y un saludo

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  10. Muy duro, Eufra, muy duro. Muy buen relato, a su vez.

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  11. Eufrasio, has cambiado de registro de forma magistral, sin abandonar del todo tu gran sentido del humor (cuando la primera palabra que pronuncia el niño es miau), es un relato estupendo.

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  12. Triste. Duro. Me gusta, sobre todo, lo que sugiere el texto, lo que no cuentas y dejas para la imaginación del lector.

    Le echaría una ojeada a la repetición de algunas palabras como: chiquillo, acabó /acabaron/acabásemos...

    Estoy con Malén en cuanto a la frase ambigua ""con lágrimas en los ojos por haberme casado con ella..."

    Un abrazo.

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