La que tiene que sonreír

- Cuando llegue esta noche a casa voy a tener que tomarme un gelocatil. Empieza a dolerme la boca de mantener esta sonrisa estúpida ¿por qué soy la única que tiene que sonreír?

- Pues no sé, chica, ni idea. A mí me han dicho que mantenga la mano así y no veas si duele, también. Si es que no sé por qué te hago caso. Me metes en cada fregao.

- No te quejes tanto, anda. Este dinerito nos va a venir muy bien en las rebajas y además, seguro que no tenías nada mejor que hacer hoy.

- Pues mira, por una vez, tenía plan…bueno, casi.

- ¿Y qué plan tenía doña misterios? Si puede saberse, claro.

- Pues claro, tonta, ya sabes que a ti siempre te lo cuento todo. Te acuerdas de...

- ¡Mierda, qué susto! ¿qué eso?

- Ay, perdona, es mi wassap, que lo tengo en modo vibración… ¡A lo mejor es él!

- Ssssss… ¡señoritas, por favor!

- Si, si, perdone, perdone… ya nos callamos.

- ¿Él? Y ¿quién es él? Y apaga eso ¡por el amor de Dios! Me están entrando calambres.

- Tengo que mirar el móvil por si…

- ¡Ni se te ocurra! tienes que mantener la muñeca doblada y nos están mirando.

- Sólo será un segundo… a ver si…

- Señorita, por favor ¿puede mantener la posición de la mano? Gracias, señorita. Será un momento. Estamos a punto de terminar

- ¡Jo…! Y tú ¿de qué te ríes?

- Yo no me río, solamente estoy sonriendo, tal y como me han pedido que haga  ¡Y no me mires! Mantén tu postura, que al final se van a enfadar con nosotras. Mira… otra vez el chisme ese…

- No puedo creerlo… tengo que mirar si es él. Está insistiendo. Seguro que es él. Ninguna de mis amigas insiste tanto. Saben que si no contesto es porque estoy en una sesión… voy a volverme loca.

- Muchas gracias, señoritas. La sesión fotográfica ha terminado. Haremos una selección de las mejores fotos y las publicaremos en el próximo número de la revista. Gracias por su colaboración.

- ¡Pero serás…!

-  ¿Qué? Alguna cosa tenía que hacer para mantener la sonrisa ¿no? Mira qué pedazo de móvil nuevo me he cogido con los puntos.