Son las fiestas de mi pueblo. Antes, ya no recuerdo cuándo, me encantaban. Ahora me espantan. Tengo dos hijas como casi todos ya sabéis, Lara que la semana que viene cumple seis y la pequeña Olivia que está a punto de cumplir los dos. Pues bien, ya sé que algo así no se puede decir y que no está bien ni pensarlo, pero… ¡¡¡¡Necesito unas vacaciones de madre ya!!!!
Quiero dormir del tirón una noche entera y despertarme al mediodía. Quiero ver una sesión de Sexo en Nueva York y después "Enamorarse" de Streel y de Niro sin levantarme del sofá para nada. Quiero escribir relajada y poder leerme un libro entero del tirón. Quiero darme un baño de espuma y llamar mientras a una amiga para charlar de tonterías. Quiero depilarme, tintarme el pelo en una peluquería, irme de tiendas... Quiero salir una noche sin hora de recogida y bailar hasta que me duela todo. Sí, lo sé. No soy nada original.
Ayer salí de casa en dirección al parque a las seis de la tarde. Lara empezó a llorar justo a esa hora porque su mejor amiga le había dicho que las marcas de nacimiento son horribles y a ella le dio por querer arrancarse su pequeño lunar del hombro fuese como fuese y cuando vio que no podía se empeñó en que fuésemos al hospital en vez de al parque. Me negué por las buenas y al final por las malas, claro. A las nueve, de regreso a casa, aún seguía llorando. A todo esto, la pequeña tuvo otra rabieta de casi una hora en la que estuvo pataleando justo al lado de los columpios porque no dejaba que ningún otro niño se subiese en ellos. Os juro que hubo un momento en que estuve a punto de irme a una terraza, pedirme una tila y dejarlas a las dos allí con sus respectivas llantos. No lo hice. Ejercí de madre novata, que es lo que soy, e intenté dialogar una y muchas veces para nada. Mis hijas son las más cabezonas del mundo lo tengo comprobado.
Llegando a casa rodeada de peñas y bandas de música, me crucé con mi marido que salía con sus amigos de cena y me dice que no lleva la llave del portal y que por favor esté pendiente para abrirle la puerta cuando vuelva. A las tres de la mañana harta de hace zapping y de oír el escándalo del bar que tengo en la esquina me dormí pensando que me daba igual que durmiese en la calle. Oí el timbre a las seis y media. Le abrí y todo. No penséis mal.
Hoy, como ya suponía, está que no puede con su alma y me ha pedido que las saque yo a ver los pasacalles. La historia es casi igual que la de ayer pero con treinta y cinco grados sobre nuestras cabezas y con la diferencia de que la rabieta de Lara ha sido porque su amiga, la misma otra vez, le ha dicho que nuestra casa está sin pagar del todo y que la mitad es del banco. ¡Un dramón, vamos!
Hemos vuelto al mediodía sin tomarme ni una caña, con Olivia desnuda porque se ha vomitado encima después de inflarse a llorar cuando ha visto a la Bruja gigante de las fiestas, con Lara llorando otra vez porque somos "un poco pobres" y con el extra de la amiga de Lara que se nos ha invitado a comer en casa. Mi marido seguía durmiendo.
Está tarde tengo que vestirlas para el desfile del Bando de la Huerta y antes sentarme a hacer los deberes con Lara e intentar quitarle la manía del lunar, de la casa y de lo nuevo que la amiga se le haya ocurrido contarle mientras no las vigilo e intento que la pequeña se duerma, cosa que por otro lado va a ser casi imposible con el follón que aún hay en la calle.
A todo esto, ¿he dicho ya que necesito unas vacaciones?
Jajajaja, perdóname que me ría, aunque comprendo perfectamente tu desesperación. Tranquila, Lara, esto es así, lo hemos pasado todas las madres. Luego crecen y se van a Paraguay o a la China y te mandan un mensaje de vez en cuando que te tranquiliza porque te dicen que están bien. De todas formas, mira la forma de escaparte una semana de vacaciones, pero seguro que estarías todo el tiempo pensando en ellas. Un abrazo y mucho ánimo.
ResponderEliminarSiempre son necesarias unas vacaciones de madre y jamás mala conciencia, somos como somos y punto!! Mucho ánimo, que todo, la vida en general, pasa rápido!!
ResponderEliminarYo también creo que tienes derecho a esas vacaciones. ¿Tienes amigas? Que tu marido se quede una noche con las niñas y tú te vas de cena con ellas que se pasa muy bien. Respecto a la amiga de tu hija, con todos mis respetos, creo que es una amistad "tóxica", debería contarle sus cositas a otra más comprensiva.
ResponderEliminarEstá muy bien tu relato,Lara. Debido a tu rabia algún acento a escapado de él. Dale otro repasito. Un beso Lara, yo también fui madre primeriza.
Amparo, me escapé anoche con mis amigas. Gracias por el consejo. Voy a revisar. Besos.
EliminarCreo que cualquier madre se puede sentir identificada con tu relato. Los niños pueden acabar con la paciencia de la mamá más templada. Así que date esas vacaciones de vez en cuando, y no sientas remordimientos por hacerlo: es humano.
ResponderEliminarjajaajjaja, Lara, ¿lo escribiste con una cerveza en la mano? Muy bueno, con humor desesperado. ¡Vaya amiga que tiene tu hija, jajajaja! Y, por cierto, dile a tu marido que te deje salir a ti un día, que los hombres son muy egoístas...ainssss
ResponderEliminarLara, en primer lugar, te felicito por haber sacado este relato de las ascuas de tu vida. En segundo lugar, voy a tratar de ayudarte. Para contraatacar al lunar de Lara, busca fotos de Cindy Crawford y enséñaselas, para la hipoteca, cuéntale lo divertido que es buscarse la vida para llegar a fin de mes y lo aburrido que es ser rico. Con su amiga, pide a gritos una charla, yo la asustaría como la bruja asustó a tu niña y con la pequeña Olivia, el reiki le vendría genial. Siempre te quedará la Manga, nuestra manga.
ResponderEliminarBueno, Lara. Yo no soy quien para dar consejos, pero sí que te digo que hablaría seriamente con la madre, o con el padre, tú sabrás quién es la mala influencia, de la amiga de tu niña. Ya estamos casi en junio y queda menos para que llegue el verano y las mandes a un campamento de verano, o no... yo que sé. Ánimo, mucho ánimo, y felices fiestas.
ResponderEliminarAmig@s, acabo de volver de la playa mucho más relajada que la tarde que escribí este texto. Hay días así, muchos para ser sinceros, pero la verdad es que hay muchos más de los buenos, de esos en los que les daría mil achuchones seguidos a mis dos pequeñajas. También yo salí la noche siguiente con mis amigas, tenemos que hacerlo así porque por ahora no tenemos canguro ni nadie que se quede con ellas. Lo necesitaba de verdad y volví con muchas fuerzas. Lo de la amiga de Lara no es para tanto de verdad, ella es graciosisima, cosas de niñas que seguro que recordaré muerta de risa dentro de nada.
ResponderEliminarGracias por los consejos a todos. Mil besos
Fer, sin nuestra Manga, no puedo imaginar mi vida. Muaaaa
Juas, juas....es como verse en un espejo. Me has arrancado unas buenas risas!! Me ha gustado mucho!! :)
ResponderEliminarGracias Carmen, un abrazo
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