¡Por fin una tarde libre! Después de cinco días en autobús por Turquía, de mezquita en mezquita, ruinas, montañas, pueblos y ciudades, nos dejaban aquella tarde para recorrer el zoco. Me entusiasmaba ir de regateo y conseguir algo original para llevarme. Un sinfín de locales a ambos lados de la calle, acaparaban mi atención. No me extrañaba que todos estuvieran atendidos por hombres, que invitaban a los turistas a entrar en sus negocios. Con mi cámara pretendía no perder detalle. Me fascinaban los colores de las telas, el olor del jazmín, del sándalo. Me paré ante un mostrador de dulces lleno de colorido. Mientras los fotografiaba, el empleado me sugirió que los probara , me iban a gustar. Me sedujo su voz dulce y suave, unida al delicado sabor de los pastelillos, de nueces, naranja, canela, jengibre, pistacho y otros muchos que sería incapaz de recordar. Compré un paquete y seguí recorriendo el zoco. Pero mi pensamiento se había quedado en aquella confitería. Decidida, volví para pedirle a Chaid que me acompañara a conocer la ciudad. Fue un guía excepcional. El último té, lo tomamos en mi habitación. Nunca hubiera imaginado una Nochevieja tan fantástica.
Muy bien!! El embrujo de Oriente se capta estupendamente en tu relato, excelente!!
ResponderEliminarLa pasión turca ¿eh, Fergal? Estoy con Malén, muy bien captados los olores, los colores.
ResponderEliminarTurquía, Turquía, la puerta de Oriente para los occidentales y la puerta de Occidente para los orientales. Un lugar que es encrucijada. Para los amantes de Turquía recomiendo leer a Orhan Pamuk, uno de los mejores escritores turcos actuales. Un gran relato Dori, donde dejas la puerta abierta... Enhorabuena.
ResponderEliminarMuy bueno y una vez más abordas dos temas (los dulces de la foto de Malén) y la propuesta de Lucrecia sobre Nochevieja. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuy bueno Dori, me has hecho sentirme talmente en el Zoco paseando y oliendo esos aromas v viendo sus coloridos. Espero ir algún día, incluso en Noche Vieja. Enhorabuena
ResponderEliminarFelicidades, Dori, magnífico relato. Has hecho subir la temperatura de la Nochevieja, además de traernos el color y la fragancia del zoco. Voy rauda a por la fotografía.
ResponderEliminarGracias a tod@s, sí, una Nochevieja atípica pero igualmente emocionante. Es verdad que me siento muy atraida por lo oriental, he pasado por tunecina, y "La Pasión Turca" me encanta, así como "Contra la pared" de Fatih Akin, es alemana, y un poco dura. Gracias Lu por tu ayuda.
ResponderEliminarEs lo que pasa con los viajes organizados, cuando uno se queda libre, se desata.
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