¡FELIZ NAVIDAD!

Valencia Escribe renace con sus asociados más jóvenes. Os presento a Celia, mi niña. No es mi nieta, pero con ella ejerzo de abuela. No hablaré de sus virtudes porque no acabaría y es que el amor tiene eso, que desborda. Al lado de un niño todo se ve de otra manera. Así he decidido que estos días abandonaré a Leocadia y a mis otros personajes y volveré a los años cincuenta para buscar a una niña soñadora, Luz, que leía muchos cuentos y recibía cada año, como regalo de Reyes, la misma muñeca con un primoroso traje nuevo cosido con mucho amor. Recordaré el día en que íbamos con mi madre al horno a cocinar nuestros propios dulces navideños y el accidente que sufrí cuando mi hermana me dijo que metiera el dedo en la máquina de hacer galletas (de las alargadas) y empezó a darle vueltas a la manivela con un resultado trágico para mí, ni el hornero con toda su fuerza podía sacar mi pobre dedo de allí. Os veré a vosotros también niños, con todas las ilusiones por cumplir y jugando a ser dioses creando nuestras propias criaturas y es que aquí tenemos eso que nos aleja del tedio, la capacidad de jugar y crear, destruir y volver a crear en un juego que espero dure muchos años. Tengo que deciros que todos y cada uno de vosotros ha mejorado un montón desde que empezamos esta aventura sin movernos de nuestra silla. Que sois magníficos. Que tenéis el deber de ser felices y que os deseo lo mejor y os mando un abrazo muy fuerte.