Me gusta imaginaros en el interior de este cuadro del siglo XIX alrededor del
fuego, con las tocas y delantales, riendo, hilando y narrando historias, como los hilos que vuestras manos sin
descanso tejen. Os recreo como hadas inspiradoras del arte de fabular o como
trovadoras de canciones y romances. Hechizáis a los oyentes con la magia de vuestras palabras, mientras ofrecéis
licores perfumados de hierbas, elaborados con arte en vuestras cocinas, a los paladares difíciles de satisfacer. Os demandan más relatos y más cuentos para
engañar el transcurrir del tiempo. Pasa la noche compartiendo entre amigas como un suspiro, llega la
mañana y ahí seguís, cual genuinas hechiceras, venidas de lugares remotos, para
maravillar a la audiencia con vuestras fantásticas leyendas.
A las amigas de León, Dori y Yolanda,
fieles herederas de su tradición.
fieles herederas de su tradición.
Mag, estás que te sales con los regalos de Navidad. Bellísimo este también. Felicidades.
ResponderEliminarTejer hilos y tejer historias es oficio de Parcas, femenino, sabio. Una dedicatoria de la que tus amigas estarán muy orgullosas. Saludos cordiales.
ResponderEliminarIsabel, tengo la suerte de ser una de ellas y estoy pletórica, no todos los días recibe una un regalo tan bonito como este, lo guardaré en el rincón de los regalos especiales y lo cerraré con el candado de la emoción, ¿la llave?: fuertemente precintada con el precinto del orgullo para que nadie me la robe, dentro de mi corazón. Gracias Magdalena.
ResponderEliminarMuy bonito, Mag. Estás imparable. Las musas no paran de susurrarte al oído.
ResponderEliminarYolanda, has escrito un micro con tus bellas palabras. Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias Malén, tu siempre tan certera en tus escritos, claro que si hubiesemos nacido en la época de este cuadro, no nos habríamos conocido, eso sería una lástima. Gracias amiga, muchos besos.
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