- La bola, la bola, que baja la bola.
- No empieces que eso son los cuartos. ¡Ahora!:
UNA.
- Jaime, ve más despacio que las acabarás antes de que den las doce y no le quites las uvas a tu hermana, cómete las tuyas. No Ruth, con gajos de mandarina no vale, te he pelado las uvas y he quitado los pipos, no se que más quieres.
CUATRO.
- Cariño ¿puedes decirle a tu padre que empiece?, ya casi van por la mitad y el hombre no se ha enterado. ¡Cállate “Lucas”!, esto no es para perros.
SEIS.
- Ya he teminado mamá.
- Te dije que ibas demasiado rápido, tendrás mala suerte el año que entra.
- Mamá “Lucas” me ha tirado el plato y se está comiendo mis uvas.
- ¡Maldito chucho!
OCHO.
- De verdad, no podemos hacer nada bien juntos.
- Mamá pis.
- Ahora no Ruth, te llevo luego.
- Sí claro, el año que viene.
DIEZ.
- Cariño, tu padre está de color morado, dale una palmadita en la espalda o hazle la maniobra de Hitler, que se nos muere aquí mismo.
DOCE.
¡¡¡Feliz año!!!
- Mamá todavía te quedan cinco uvas en el plato.
- Cariño, dentro de una hora pones Canarias televisión y hacéis lo que yo os mande. Hasta entonces no quiero escuchar ni a una mosca.
- Guau.
-“Lucas”, estás jugando a caballo perdedor.
Muy bueno y muy real, escenas similares creo que las hemos vivido todos en alguna ocasión. Muy ameno y de fácil lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarFernando me ha encantado, jaja, aún me estoy partiendo de la risa. Muy bien narrado, y muy ingenioso. Tenía muchas ganas de leerte, un abrazo amigo.
ResponderEliminarJajajaja,...cuando deje de reir haré mis comentarios...jajajaja
ResponderEliminar...te llevo luego.
Sí (lleva tilde) claro, el año que viene.
jajajaja...está es buenísima
En la una hay un laismo. ¡Ojo! Y las comas están casi todas en su sitio (léase esto con un guiño de ojo), solo cambiaría la de la segunda frase. Pondría punto y el "ahora" entre signos de exclamación ."¡Ahora!" para darle más énfasis.
Me gusta mucho lo bien diferenciados que están los puntos de vista: el de los niños, el de la madre, e incluso el del perro (que tb. va por libre).
¡Muy divertido! ¡Qué buen rato he pasado leyéndolo!
Y ¿qué me dices del marido convidado de piedra?
ResponderEliminarGracias Julieta, ahora lo cambio.
Sí, el marido...¡pobre! no dice ni pío. con semejante organizadora como para abrir la boca...
ResponderEliminarMuy divertido y tan real como la vida misma!!
ResponderEliminarPor Dios, qué estréssss, no me gustaría estar invitada a esa casa ni para tomar café, jajajajajjajaj
ResponderEliminarMuy bueno Fernando, me he sentido como en mi propia casa leyéndolo. Estupendo y gracioso diálogo.
ResponderEliminarJajajjajaja... Muy bueno!!!! Igualito a mi casa, aunque en ocasiones hasta te diria que les gánamos. Muaaa
ResponderEliminarPues estamos en este relato todos como en casa. Felicidades, Fernando.
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