Uno de los deseos del ser humano es el de vivir eternamente en un cuerpo joven. ¿Dónde están los abuelos con sus canas, su piel arrugada y sus huesos retorcidos…?
Elena se enfurecía cada vez que salía con su madre, Carmen. No heredó su belleza, ni su gracia, pero tampoco heredó su crueldad, ni su superficialidad. Divorciada de su marido coqueteaba con todos los amigos de su hija incluido un chico que le gustaba mucho, pero su madre nunca conocería los sentimientos que tenía hacia él, ¿para qué?..., Seguro que le diría que ese bombón nunca se fijaría en ella.
Lo que más le dolía es que posiblemente tuviera razón.
Lo que más le dolía es que posiblemente tuviera razón.
Con el tiempo conoció un hombre maravilloso que la hacía sentir segura y amada, ayudándola a desprenderse de sus complejos.
Elena y su madre parecían hermanas, aparentando esta última ser la mayor. Carmen aclaraba muy gustosa el malentendido, y disfrutaba al ver las caras de sorpresa que halagaban su belleza y juventud.
El paso del tiempo fue dibujando en el rostro de Elena las arrugas propias de su edad, su cabello entrelazaba las canas con su color natural. Cuando se miraba en el espejo, no podía evitar compararse con su madre, que a pesar de sus años y gracias a las operaciones estéticas, seguía aparentando ser bella y joven...., pero, al final, también muy sola.
Elena levanta la cabeza de su lectura, ve a su hija María y sonríe.
Juan protesta: -sigue abuela, ¿qué pasó después?, ¿consiguen escapar...? María, mira desde la puerta una estampa envidiable. Su anciana madre rodeada de nietos alrededor de la chimenea intenta hacer volar la mente de los pequeños hacia otros mundos donde los sueños se pueden realizar.
El tiempo como un suspiro. ¡Buen final!
ResponderEliminarFina, la idea cómo siempre es muy buena, pero te lías y nos lías. Al leer tu relato no quedan claras varias cuestiones esenciales: ¿Qué pasa con Carmen?, ¿cómo aparece María?, ¿Por qué protesta Juan?, ¿Qué heredó Elena de su madre?. Tienes que intentar ser más precisa.
ResponderEliminarEstoy con Fernando, he tenido que leerlo un par de veces y lo encuentro un tanto liado, y es una pena porque tus historias son buenas, intenta simplificar. Lee mucho, lee, lee y vuelve a leer, yo creo que es el primer paso para poder escribir. Es cuestión de esfuerzo. Será un placer disfrutar de tus imaginativas historias, sin tener que releerlas varias veces. Fuerte abrazo Fina.
ResponderEliminarGracias por vuestros consejos, creia que se entendia bien lo que quería expresar. Cambie algunas cosas haber si no resulta tan liante
ResponderEliminarMejor, Fina, ya te dije una vez que al lector hay que ponerle las cosas fáciles para que no aparque un libro o como en este caso, un relato, por no entenderlo.
ResponderEliminarFina, si me das permiso te lo puedo corregir, a ver si queda mejor. Me dedico siempre a corregir lo que escriben los demás, defecto profesional. Avísame si quieres, pero copia el tuyo primero para ver luego las diferencias.
ResponderEliminarFina, te lo he dejado en el borrador, échale una ojeada a ver qué te parece. Creo que no hay que sacar a tantos personajes en un relato corto.
ResponderEliminarMuy bueno Fina. Es cierto que en esto de escribir relatos tan cortos es complicado dar toda la información necesaria al lector. A veces también es bueno saber sugerir.
ResponderEliminarMalén, desde luego que hay diferencia en la forma de redactarlo. Si te parece lo cambiamos. Gracias por vuestras sugerencias. Espero que tengais paciencia conmigo
ResponderEliminarFina tienes mucho potencial y tus relatos tienen mucho gancho, te sobra imaginación pero es cierto como dicen nuestros compañeros que a veces hay que releer, ya verás como ellos te ayudan un montón, a mi me está sirviendo mucho, sobre todo el tema faltas ortográficas que yo lo llevo fatal. un abrazo fina
ResponderEliminarCámbialo, claro que sí, es tuyo.
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