6 de Junio, Jaime hoy cumple 18 años, son las tres de la tarde, ha terminado de comer y está en el salón viendo la tele con su madre.
Retransmiten la final del Roland Garros, Nadal castiga duramente a Söderling, el sueco no puede repeler con eficacia los misiles del español. El partido está en una fase en la que Nadal da un recital de golpes sin respuesta por parte de su oponente. Un cámara de la France televisión se aburre y empieza a buscar a través de su visor a las nínfulas escondidas entre el público. Con el zoom, nos enseña a los televidentes las beldades francesas, congela la imagen y esta sale en la pantalla gigante del estadio, luego la emite a cámara lenta para el deleite de los espectadores. Se van sucediendo auténticos pibones, el público ha dejado de atender al partido, incluso Rafa, casi ha fallado un par de bolas por mirar de reojo las imágenes. El bueno de Söderling está de espaldas al verdadero encuentro.
Quienes asisten a estos grandes eventos deportivos, suelen ser la flor y nata de la sociedad del país organizador del torneo y opulentos hombres de negocios, que se exponen en este escaparate, sin saber lo que es un drive de derechas, se emperifollan vistiendo sus mejores galas y enseñan el colorido de su plumaje como si nada más les importase.
Ahora, nuestro héroe del día y no estoy hablando de Nadal, ha centrado su objetivo en una Amelíe de no más de 20 años, alta, delgada, bronceada y con ese tipo de belleza que hace aflorar las inseguridades de los demás, una belleza que te quitaría la capacidad del habla, si tu plan fuera entrarle en un descanso del partido. Cuando su imagen aparece en la gran pantalla, la cancha enmudece, el juego se detiene, ella se ve, se reconoce y con un approach alcanza a su envidiado acompañante, un lomo plateado 30 años mayor que ella, plantándole un beso húmedo y liftado en la boca, un beso que promete muchos más, un beso que todo el planeta ya sabe que no es el primero. Él se sorprende, la mira lascivo dispuesto a devolvérselo, se sabe observado, mira a la pantalla, se ve, se reconoce, enrojece al instante y sale corriendo por las gradas como alma que se lleva el diablo.
- Mamá, ¿ése era Papá?
- Sí hijo y parece que ya ha encontrado tu regalo de cumpleaños.
Uf, me cuesta imaginar que estando Rafa en la pista otras cosas puedan relegarle a un 2º plano (jajaja), del cámara ya ni opino hijo de la France tenía que ser. Muy divertido, me ha gustado mucho. Enhorabuena.
ResponderEliminarHaber una de dos, o la muchacha está liada con el padre del hijo que es su cumpleaños, o por lo que yo entiendo quizás se trate de una tia oportunista que sabe donde puede cazar una buena presa y ante todo gagner le match. Jaja, buenisimo Fernando.
ResponderEliminarMuy liberal esa madre que hace tales regalos, primero el padre y luego el hijo. Lo que no entiendo es el pronombre la en "Si tu plan fuera entrarla en un descanso del partido" ¿Se refiere a la belleza o a la capacidad del habla? No sé, no sé..., será tal vez entrarle o lo que quieres entrar es otra cosa? Ambigüedad total.
ResponderEliminarMalén la madre es una francesita liberal. Gracias por seguir corrigiéndome, por no querer caer en el leísmo, me he metido de lleno en las fauces del laísmo. Nunca he comprendido esa regla, pero si tú lo dices, será verdad. Ya lo he corregido. Marige, la chica está liada con el padre y a parte, es una oportunista.
ResponderEliminarPor muy liberal que sea la madre sigo sin entenderlo ¿cuál es el regalo?. No si esto de vaciarse cada día el cerebro en las aulas a lo mejor tiene consecuencias...
ResponderEliminarMuy bueno, con un final sorprendente jaja. Yo me imaginaba a la madre menos liberal y cargada de rabia le decía cuatro cosas delante de todo el mundo
ResponderEliminarLucrecia, yo tampoco se a qué regalo se refiere Malén.
ResponderEliminarLo del regalo es tu última frase. Y no te quería corregir nada. Simplemente quería que me explicaras el significado de esa frase, porque no entendía lo de "entrarle" ¿Tal vez hablarle?. JA,ja, ja. Debe ser cosa de mi mente calenturienta. Me lo paso mejor con los comentarios de todo el mundo, parece que no lo entendemos todos igual, será cosa, como dice Lu, de que nuestras mentes ya están vacías. A ver cuándo quedamos y nos lo explicas personalmente.
ResponderEliminarYo, es que me parto, he entendido que el regalo era la chica.
ResponderEliminar- Mamá, ¿ése era Papá?
- Sí hijo y parece que ya ha encontrado tu regalo de cumpleaños.
la madre se muerde la lengua ante su hijo y trata de afrontar los cuernos televisivos con ironía.
ResponderEliminarMe ha parecido un final muy gracioso y entendible. Aunque yo habria sido mucho menos comendida, lo aseguro, aún delante de mis hijas!!! Estoy segura de que me habria soltado un "pero será hijo de la gran ..."... luego habría disimulado, pero soltarlo, lo suelto.
ResponderEliminarMuy bueno, Fer!!!!
Disculpen si me entrometo... yo entiendo que el padre había puesto la escusa a la madre que tenía que ausentarse para ir a comprar un relago al niño.
ResponderEliminarCreo que el padre no tiene ninguna intención de compartir nada con nadie, y menos a una belleza como esa.
Por otra parte: excelente equívoco. Enhorabuena. La duda que me queda es si "pivón" viene de "piva" o de "piba"; yo diría que de "piba", aunque esto, quizás, debería aclararlo Alberto, ¿no?
Un relato divertidísimo y cargado de ironía. Así entienndo yo la última frase. Además es muy visual: casi puedes ver las caras de los personajes y la situación del partido. ¿Cuántas veces no hemos visto en los descansos de los partidos de tenis esas imágenes en las pantallas del estadio donde aparece gente besándose? Ahora, después de leer esto, ya no será lo mismo, jajaja
ResponderEliminarEufrasio, tienes razón es pibón, el word reference me falló y es verdad que la escusa del padre era buscar un regalo para su hijo, no se en qué tienda lo encontró, pero mucho me temo que se va a quedar con el regalo. Os prometo que estaba viendo la final en la tele y un hombre de mediana edad bajó la vista cuando le enfocó la cámara junto a un "pibón" impresionante. De ahí surgió la idea para el relato. Al final parece que mi equívoco ha dado lugar a un montón de versiones. Me encanta interactuar con mis colegas de tintero. Gracias a tod@s.
ResponderEliminarAnda que yo también... A pesar de que escusar también existe quería decir "excusas". Perdón por el "lapsus"
ResponderEliminarYo te copié y pulse tu falta por simpatía.
ResponderEliminarMil gracias a todos.El texto me ha enganchado y parecía ver la escena de principio a fin.Pero como ando un poco rezagada, acabo de leer los 16 comentarios y son la guinda.Enhorabuena Fernando.Lo he encontrado muy real y divertido.
ResponderEliminarA mí también me gustó la forma que tienes de centrar la situación en un partido de tenis y es del todo real lo que describes, los cámaras se flipan muchísimo con los espectadores. Tienes una imaginación prodigiosa al imaginar tal historia partiendo de la imagen que viste,muy bueno.
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