Mi señor Don Quijote se ha vuelto loco. Dice que esos treinta o cuarenta molinos que se ven allá al fondo no son molinos, sino gigantes; y yo le digo que no, que no son gigantes, que son los soldados del ejército del Gobernador de la Ínsula de Barataria pertrechados con sus escudos y sus lanzas que vienen para llevarse a mi querida Aldonza Lorenzo... Mi señor me mira de reojo y, levantando una ceja, me espeta: ¡Querido Sancho, seso y templanza, que te pierdes!
Total, parece que lo estemos leyendo del original!!
ResponderEliminarQué cosas más raras escribes, Eufrasio
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Wis, un poco raro es,a la vez he tenido la misma sensación que Malén,pensaba que estaba leyendo el Quijote.
ResponderEliminarPués yo creo que Eufrasio pretende decir que cada uno ve la realidad a su manera, donde unos ven gigantes otros ven soldados, y en realidad sólo son molinos. Me ha encantado Sr. Saavedara.
ResponderEliminarQuise decir Sr. Saavedra.
ResponderEliminarMagnífico Eufrasio, y lleno de sentido del humor (con ese título que es más largo que el texto propiamente dicho, jajaja)
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