Con el café delante, empecé a hojear el periódico por el final, siguiendo mi costumbre, primero el horóscopo: “hoy su vida experimentará un cambio radical y muy positivo”, sonreí desconfiado y me fui a la primitiva: 6, 1, 5, 8, 35 y ¡17!, las piernas comenzaron a temblarme y menos mal que estaba sentado porque de no haber sido así, me habría caído.
Faltaban diez minutos para entrar al trabajo. ¿Qué se hacía en estos casos?, ¿iba a trabajar?, ¿llevaba el boleto al banco?, ¿me ponía a gritar en medio del bar?
Cogí el móvil y comencé a enviar mensajes, no quería que se enterasen los desconocidos que me rodeaban, así pues, le envié a Mónica el primero: “cariño cuenta con el viaje por Europa, cuenta con el chalet en la sierra… ¡tenemos 6 en la primitiva!" Al verlo escrito, empecé a ser consciente del cambio en nuestras vidas. Le di a la tecla enviar, después escribí a mi jefe de personal: “disponga de mi puesto, en breve, pasaré a liquidar el contrato”, no iba a darle más explicaciones, no las merecía, visualicé su cara al leerlo y una punzada de satisfacción recorrió mi espalda.
Mariano, el dueño del bar, se acercó a mi mesa a retirar el cubierto: Joaquín, ¿no vas hoy a trabajar? Vas a llegar tarde... ¿Qué haces con ése periódico?, es de hace dos días, no sé que ha pasado con el reparto de hoy que no ha llegado todavía.
Pero bueno Yolanda, si que estás prolífica esta semana. El título es maravilloso y el relato de una comicidad que hace llorar. Tal vez Joaquín echó la primitiva hace dos días.
ResponderEliminarLo que pasa es que escribí los dos relatos a la vez, y me decidí a colgar también este, ya que lo tenía escrito...
ResponderEliminarBueno, yo diría que es humor negro y exquisito. Muy bien Yolanda.
ResponderEliminarGenial!!! me lo he creído de principio a fin.
ResponderEliminarMe ha encantado, jajajajajajajaja, buenísimo...
ResponderEliminarMuy bueno, Yolanda!!
ResponderEliminarY no le dio un infarto a Joaquín?. Genial!!!
ResponderEliminareres lo suficientemente bueno para hacer este post ..(hudagimbal turenia)
ResponderEliminarYolanda, ¿cómo has podido hacerle eso a Joaquín?, con que cara vuelve el pobre al trabajo, o le dice a su chica que no hay viaje, uffff, no lo quiero pensar,....
ResponderEliminarBravo por tí.
Perfecto. De una clarividencia y concisión que raya la perfección. Cómo disfruto con tus relatos.
ResponderEliminarYo también me lo ha creído, nunca imaginé el final hasta que lo leí. Sencillamente genial.
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