Me hallaba en un momento tonto, me sentía como agua estancada a pesar de todo lo conseguido. Mis amigas encontraron según ellas el amor de sus vidas en el instituto, lo dejaron todo para casarse, pero yo... dejé el amor de mi vida para seguir con mis estudios y acabar la carrera que me elevó a las alturas.
Un día me encontraba ensimismada con mis recuerdos mientras me tomaba un chocolate en la mejor chocolatería de la zona y de pronto, tu imagen apareció tras la cristalera, creía estar soñando, tenias el mismo aspecto gracioso que la última vez que te vi, juraría que llevabas la misma ropa de entonces, me sonreíste y entraste tranquilamente como si no hubieran pasado los años. Me confesaste que siempre estuviste pendiente de mis movimientos, y me decías que era el momento de retomar aquel instante en donde lo habíamos pospuesto, entonces sentí que mi corazón revivía como el agua fresca y cristalina de la fuente.
Muy bonito fina, revisa el final, hay incoherencias entre singular y plural.
ResponderEliminarGracias Lu. Cambié la frase y me quedó a medias
EliminarMe gustan las historias que retoman algo perdido en nuestras vidas; me ha gustado, Fina.
ResponderEliminarGracias Manuel. Es bonito poder retomar algo que no se dió fin, aunque no siempre se puede.
EliminarMuy chulo!! Me ha gustado, es una pena que estas cosas no sucedan en la realidad!!
ResponderEliminarQué relato tan dulce, Fina, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Fina. Es una historia de cuento con final feliz y a mi los cuentos me gustan... Un beso.
ResponderEliminarFina la idea es muy buena. Me gusta. Échale una ojeada al verbo "encontrar" al comienzo de tu micro. Búscale sinónimos ¿Vale?
ResponderEliminar¡Qué bien sienta un final feliz! ¡Bravo, Fina!
Gracias Geli, suena mucho mejor.
EliminarQué suerte!!!! Precioso Fina
ResponderEliminarQué bonito!!! Y que bien que alguien decida seguir con sus estudios.
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