sábado, 24 de noviembre de 2012

18. (Concurso Otoñal) EN BUSCA DE UNA PROMESA

 Julián atravesó de puntillas el corredor, nadie advertiría su ausencia hasta la noche, salió del internado con la esperanza de no ser visto por sus mentores. Caminaba entre viejas calles, salteaba charcos hasta llegar a un amago de bosque en tierra de nadie, donde a lo lejos se distinguía unas viejas mansiones. Algunas ocupadas por miembros olvidados de estirpes arruinadas. Otras invadidas por la maleza y el abandono. Julián se adentraba por uno de los caserones abandonados hasta llegar a la fuente de los ángeles; el pelaje blanco y aterciopelado de un gato se recortaba inmóvil frente a la verja y al verlo, se dirigió hacia él ronroneando, Julián le ofreció un poco de leche que llevaba en un pequeño botellín, se la echó en un plato que escondía entre la maleza y se sentó en un banco a esperar que se hiciera realidad una promesa, el felino acabó su banquete y de un salto se echó en el regazo de Julián, que comenzó acariciar con la mirada perdida en el pasado, cuando aquel lugar disfrutaba de un esplendor que el tiempo arrancó. Hurgó en el bolsillo de la chaqueta y sacó una vieja foto. El día que su madre se la dio, le aseguró que volvería a buscarlo en otoño cuando pasaran dos años y de esto hacia ya cinco años.
Empezaba anochecer y decidió volver sobre sus pasos al internado, arrastraba sus pies con gran melancolía. Regresaría a ese lugar, durante ese otoño y el siguiente, y el próximo, hasta ver cumplida la promesa de su madre.

Internado

3 comentarios:

  1. Una puerta abierta a la esperanza. Suerte

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  2. Conmovedora historia la de Julián. Suerte.

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  3. Un relato triste...aunque a Julián le quede la esperanza que le ofrece la estación otoñal...Bien contado, suerte.

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