Escapar por la ventana de su cuarto era su sueño
recurrente.
Se descalzaba aquellos zapatos rojos de tacón, se
encaramaba a una silla y, con cuidado, salía a la terraza. A tientas, sus pies se
desplazaban tímidos sobre las baldosas húmedas como dos niños avergonzados.
Inundada de silencio y noche aguardaba a que llegara el hombre. Él no tardaba
en aparecer y la sorprendía por la espalda. Cubría su cuello de
besos, con las manos le dibujaba senderos de vida en su pecho y ella… ella, se
abandonaba. Cada noche soñaba lo mismo. Su recuerdo era tan nítido por las
mañanas que le parecía haberlo vivido de verdad.
Sí, lo sé, voy con retraso, pero la crianza es lo que tiene.
ResponderEliminarBesos, abrazos y mis mejores deseos para que tengaís un buen fin de semana.
No importa Geli, se trata de escribir, no de "fichar" todas las semanas.
EliminarMuy bonito, Geli, ¿seguro que no era verdad? Abrazos y buen fin de semana para ti también.
ResponderEliminarMe ha encantado. Es un micro muy trabajado y hay frases preciosas con unas metáforas que quitan el hipo. Enhorabuena Geli!!
ResponderEliminarPienso como Lu, creo que estos episodios ocurren cada noche... Me gusta.
ResponderEliminar¡Bonita historia! Soñar es vivir dos veces. Me ha gustado mucho Geli.
ResponderEliminar¡Gracias, chicas! Sois unos soles. Acompañaís mucho, aunque sea en la distancia. Un beso y un abrazo.
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