Se enciende la luz roja de alarma
emitiendo un leve sonido que va en crescendo. Los vigilantes del museo, desde
la sala de control, miran atentos los movimientos de un hombre que acaricia con
extraña delicadeza a “La dama del plato”, un hermoso desnudo femenino, yacente,
esculpido en mármol de Carrara.
-Ya tenemos al estatuófilo de
turno.
-No jodas, tío, ya van tres en lo
que va de mes, ¡qué tíos más locos!
Un guardia de seguridad le invita
a salir del recinto. El hombre le mira asustado. Vuelve a su casa taciturno y
avergonzado. Allí le esperan sus muñecas, no son tan hermosas ni tan grandes
como la del museo, pero son solo suyas y no le causan problemas.
El hombre tiene algo oscuro en la mirada y esas manos infantiles... ¡Tienen que tocarlo todo...! Me gusta.
ResponderEliminarMe gusta como completas la descripción de mi personaje. Gracias, Mer.
Eliminar¡Qué historia más triste! ¿Cuántos solitarios hay en este mundo que acaban confundiendo la realidad?
ResponderEliminar¡Buen trabajo, Lu!
Me ha gustado mucho este micro. El "experto" en escultura que desearía que la "dama del plato" formara parte de su harén. Por cierto. Alguien sabe de que escultura se trata. ´Me parece que está en el Louvre, pero tampoco estoy seguro. Buen micro LU
ResponderEliminarHe intentado descubrir algo sobre la escultura pero no lo he conseguido, así que la he bautizado yo. Gracias José Luis
EliminarMuy bueno, así que estatuófilo, vaya palabreja. Muy acertado, con esas irreprimibles ganas de tocar...
ResponderEliminarGracias, Maga, esa palabreja existe en inglés pero no en español.
EliminarGenial Lu, me ha gustado especialmente el final, completan el perfil del personaje de forma sencilla pero contundente.
ResponderEliminarA mí también me ha gustado y me ha llamado la atención esa palabreja, que dice Malén, estatuófilo!! :)
ResponderEliminarBuenísimo Lu, menudo depravado el tipejo.
ResponderEliminarGenial prima. Me ha encantado. Perdona que no lo haya puesto antes en el face. Se me ha escapado.
ResponderEliminarQué bueno,Lu, un pervertido de estatuas, me ha encantado, jajaja
ResponderEliminarEl incontrolable deseo del tocón de turno. Muy bueno Lu
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