Llevaba prisa, era tarde y quería
regresar a casa en metro. El andén estaba casi vacío, al bajar las escaleras,
la vi a lo lejos, allí, sentada en un banco esperando, sobre ella un panel
publicitario que a pesar de sus dimensiones se quedaba pequeño a mis ojos, no
recuerdo ni los colores de su formato… Me quedé unos instantes agarrado a la
baranda central de las escaleras, reteniendo en foto fija la imagen.
Una acera muy larga nos separaba,
me acerqué a ella caminando despacio con las piernas y muy rápido con el deseo.
¡Estaba fascinado!
Ya estoy cerca, la miro una y
otra vez, es muy hermosa, mi gesto se apacigua y esbozo una pícara sonrisa infantil.
La sigo mirando, no me canso de
contemplarla y sé que a ella no le molesta en absoluto ¡Es tan real! ¡Es tan
auténtica!
Siento mis manos esposadas a
pesar de que el ansia de tocarla no tiene freno. Ahora sé que puedo hacerlo con
descaro, sin ningún pudor.
Es una figura en bronce con
textiles. A sus pies, “La dama que espera” cartel también en bronce con el
nombre del artista, en este momento, no lo recuerdo…
Mercedes, seguro que te gusta EL REALISMO MÁGICO. A la estatua no le molesta una mirada sostenida y descarada, ¿estás segura? Es una estatua tan perfecta que tal vez tenga sentimientos humanos Muy buena idea.
ResponderEliminarMe ha gustado, Mercedes. Comparto la opinión de Fernando en cuanto al Realismo Mágico.
ResponderEliminarTremendo! Me ha gustado muchísimo el giro que le das descubriendo que ella es real.
ResponderEliminarEs una historia original, aunque un poco descarado ese mirón ....
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Un relato original.
ResponderEliminarMuy buen relato Mercedes! Una idea muy original tratada con grandes dosis de imaginación. Enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias GUAPOSSSSSSSSSSSSSS/ASSSSSSSSS
ResponderEliminarMe sumo a lo comentado Mer, buena historia.
ResponderEliminarUisss, me gusta, me gusta, me gusta
ResponderEliminarHas desplegado mucha imaginación Mer. ¡Me gusta mucho!
ResponderEliminarYa te lo han dicho todo. Felicidades, Mer, a mí también me ha gustado mucho.
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