No me había parado a pensar en el significado de esa palabra. Sin embargo, me guiaba sigilosamente, llevándome por un camino marcado de antemano.
Crecí siendo un niño más o menos travieso, un estudiante más o menos bueno, tuve más o menos suerte en el amor y el trabajo. Me acostumbré a vivir de aquella manera. Hasta que un día el destino me pilló por sorpresa. Un desafortunado accidente se cruzo en mi camino, interrumpió mis planes, dejándome en la oscuridad más profunda.
Fue a partir de entonces cuando supe que había otra manera de "ver" las cosas.
Me ha costado entenderlo, Dori, pero ya lo tengo claro, se trata de un ciego. Bien, Dori, es una posibilidad más de esta fotografía.
ResponderEliminarSiempre es neceario buscar otra salida a nuestras sensaciones y emociones.... Muy bonito.
ResponderEliminarYa, ahora lo he pillado, ha de tocar para poder ver las cosas.
ResponderEliminarMuy bueno, otro punto de vista, y nunca peor dicho.
Me ha gustado mucho la forma de plasmar la historia. Muy emotiva
ResponderEliminarSí, sin duda el tacto se convierte de forma obligada en los ojos de muchos.
ResponderEliminarSaludos.
Un buen micro. Aprender a ver con las manos... uff! Qué difícil!
ResponderEliminarEs genial Dori, me has sorprendido gratamente.
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