martes, 4 de septiembre de 2012

Dueño de mi silencio


Me amaste sin voz. Me deseaste aun cuando tu aliento no había rozado el calor de mi piel y sin embargo, vi en tus ojos lo mismo que yo intento esconder..
Tu silencio obligó a mi boca a quererte muda, por miedo a no encontrar las palabras con las que hacerte mío.
Y tanto te amé y tanto, tanto temo volver a quererte que siento que el corazón se me hiela y que en cada latido, poco a poco, se va mi vida contigo.
Ahora… fría, como estatua de mármol, quieta y muda, soy mendiga de las caricias que  no nacen de tus manos con la esperanza de que rompas mi condena.
Bajo mi blanca piel, vive un alma que anhela verte regresar.

13 comentarios:

  1. Pues también se te da bien la vena romántica, me ha gustado mucho.

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  2. ‎"Y tanto te amé y tanto, tanto temo volver a quererte que siento que el corazón se me hiela y que en cada latido, poco a poco, se va mi vida contigo." Qué preciosa musicalidad la de ese párrafo!!!! ('Y tanto te amé y tanto' Perfecto verso!!)
    Un beso!

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    1. Completamente de acuerdo con Leire. ¡Precioso, Carmen!
      Un peto i un aRbazo.

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    2. Gracias, otro arbrazo, para ti!:)

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  3. Precioso relato Carmen. Casi hemos tenido la misma idea. Casi, casi.

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  4. Me gusta mucho Carmen, escrito con mucha sensibilidad.

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  5. Me gustan los adjetivos que has ido introduciendo como contraposición al fuego del amor: frío, mármol, hiela, muda, quieta, blanca... Bueno no todos son adjetivos pero tienen las mismas connotaciones. Prosa poética.

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  6. Es precioso. Me ha encantado tu forma de escribir esta vez.

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  7. Muy poético Carmen. Me ha gustado mucho

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