Mi señora y yo estamos hasta el hocico de que le llamen a nuestra casa la cueva del moro, el refugio de la guerra, o la casa del troglodita. Es mi casa, nuestra casa, y punto. Si quieren llamarla de algún modo: la casa de Gualterio y Comisura Lehn (que es como nos llamamos mi señora y yo). Ya está bien de guasas. A mí me gustaría verles a ustedes royendo esta roca tan dura con los dientes (para eso somos topos) y a oscuras (porque, además de topos, somos fotófobos). Llevamos toda una vida abriendo galerías porque la caliza (en realidad el calcio), como todo el mundo sabe, es muy bueno para los huesos, pero nos produce cierta amnesia; así que tenemos unos huesos fuertes y robustos pero a veces se nos olvida que estamos casados entre nosotros; de hecho lo estamos cinco veces, el otro día encontré, por casualidad, los cinco certificados de matrimonio.
El caso es que hemos pensado que, como las galerías nos han quedado muy bien, dentro se está a una temperatura constante de veintitrés grados, y todas las habitaciones tienen vistas privilegiadas, no sería descabellado hacer un hotel, un “troglohotel”, un refugio tanto para el invierno como para el verano para todo bicho no-carnívoro (somos vegetarianos) que quiera estar a gusto y desconectar. Se llamará “Gualt & Comis Labyrinth Troglohotel”. Habría una zona que estaría vetada porque se trata de la parte en la que los humanos se han aprovechado de mi trabajo, y la han habilitado como zona de visita por declararla un B.I.C. (bien de interés cultural)... ¡esos malditos canallas!. Voy a mandar una reclamación a la “Generalitat” para que me devuelvan lo que es mío o, como dice mi Comisura, al menos que nos den un porcentaje de los beneficios.
Entre tanto, quedan todos ustedes invitados a nuestra casa, su casa desde ahora. Ah, dice Comis que tenemos WiFi (ya les explicará ella cuando vengan, que yo no me entero).
Si hay que hacerse vegetariana para alojarse en el “Gualt & Comis Labyrinth Troglohotel”, pues me haré, que me reserven una cueva doble para el puente de diciembre. Muy bueno, Eu.
ResponderEliminarQué bueno, Saluditerio, en dos palabras "im prezionante"
ResponderEliminarGracias por la invitación, yo también me apunto!!
ResponderEliminarQué buenos son tus relatos contra el aburriemiento, yo creo que tendrían que prescribirlos en la seguridad social como medicina para los depres, enhorabuena y gracias por arrancarnos tantas risas. Muy bueno. Gracias.
ResponderEliminarEs muy divertido y sorprendente. Me lo he pasado genial leyéndolo.
ResponderEliminarjajajaja...."los cinco certificados de matrimonio".
¡Divertidísimo!
Se te ha despistado un "de" al principio:
"hasta el hocico de que.."
Muy divertido.Yo también quiero reservar...
ResponderEliminar¡Qué imaginación Eufrasio! "Buenismo"....
ResponderEliminarMe alegra que os haya gustado tanto. Gracias por la corrección, Geli.
ResponderEliminarLos "ocupas" se aprovechan de todo hueco posible. Qué moderno Troglohotel, además con WiFiss.....
ResponderEliminar