[de Asun] Mientras le servía se dedicó a observarla, más bien a estudiarla. Aquellos labios no era la primera vez que los veía, incluso tenía la sospecha de que una vez, hace mucho tiempo, fueron suyos, lo que le producía en su frío corazón una sensación de ternura que ya no recordaba. Sin embargo los ojos le provocaban la sensación contraria, inversa que hubiera dicho el Licenciado Sierra. Aquellos ojos eran de los que no se olvidaban nunca, y menos si llevaban una amenaza detrás. No tuvo duda, se trataba de algún pariente de aquel viejo que en su día le partiera el corazón en mil pedazos. (Saluditero)
Muy bueno, Eufrasio, pero quizá si lo pusieras en el doc quedaría más ordenado y podríamos leer la historia seguida.
ResponderEliminarsí Eufrasio,está muy bien lo que has escrito, pero seguidito en el doc mejor para no liarnos.
ResponderEliminarMe resulta imposible trabajar en ese doc. El ordenador se cuelga. Además, la trama ya me resulta un poco repetitiva.
ResponderEliminarUn texto evocador y sugerente. ¡Bien hecho!
ResponderEliminarSubstituiría el "2º producía" por "provocaban": "los ojos le provocaban..".
Prescindiría del segundo "tiempo":
"una sensación de ternura que ya no recordaba".
Y la última frase me resulta confusa: parece que quien "en su día le partiera el corazón en mil pedazos" fuera aquel viejo.
Lo dicho ¡muy evocador!
Corregido está, Geli. Unas puntualizaciones muy acertadas y con el tono adecuado. Me estás devolviendo la fe. Y en cuanto a la última frase es cierto: fue el viejo quien se lo rompió. Muchas gracias.
ResponderEliminarEste no he podido pegarlo en el doc, no sé por qué.
ResponderEliminarEufrasio, dale otra vuelta de tuerca a la frase final. Sigue confusa.
ResponderEliminarPero... ¿cuándo terminan el café y se van a votar?
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