domingo, 6 de noviembre de 2011

UN DIA DE RELAX

Abrí la ventana, el día era espléndido, cogí mi libro y me senté en el sillón de la biblioteca. Los niños estaban jugando en la habitación que quedaba justo enfrente con lo cual les podía vigilar perfectamente. Sus padres no volvían hasta bien entrada la noche y su madre nos había dejado la cena preparada. Todo perfecto, podría relajarme durante un buen rato.
Estudiar durante toda la semana en el college y cuidar a los niños resultaba agotador además de tener que hablar inglés todo el tiempo. Como no permitían fumar, encendí un cigarrillo para que el humo saliera al exterior. ¡Qué relax!... -¡Susaaaan, Susaaan!- Los niños me llamaban y como no había ceniceros a mano, dejé el cigarro en el alfeizar de la ventana, sólo sería un momento.
En la finca de enfrente hay un chico que siempre observa a Susana sin que ella lo sepa. La encuentra atractiva, interesante, pero nunca se ha decidido a esperarla en el portal. Es tan tímido…No sabría qué decirle. Pero ahora observa la ventana por otra razón. ¡El visillo blanco está ardiendo! ¿Cómo avisarla? Gritaría su nombre, pero lo desconoce. Llama a emergencias, el otro visillo ha empezado a arder ¡Dios mío! Baja la escalera de su casa a trompicones, cruza peligrosamente la calle y llama a todos los timbres gritando ¡Fuegoooooo!. Alguien abre y sube la escalera tropezando con varios escalones, aprieta el timbre de la casa que arde y le abre Susana, la aparta de un empujón y corre hacia la ventana. Arriesgando su piel se sube al sillón y tira de lo que queda de visillo y lo apaga a pisotones en el suelo mientras llega Susana con el agua del búcaro de flores. Ya pasó. Se desconvoca a los bomberos y pasan a presentarse. Ya se conocen.
Ahora es el chico quien tiene el pie inmovilizado a causa del esguince que se hizo al subir la escalera y, Susana, le acaricia el pelo mientras ambos observan la ventana de la casa de enfrente.

12 comentarios:

  1. Muy bien, Amparo, por culpa de la ventana vamos a llenar el blog de piernas rotas, jajajaj.

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  2. Muy bueno Amparo, es lo que tiene el observar, mirar, cotillear... se terminan viendo cosas que nos obligan a tomar parter de ellas.

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  3. Me gusta ese cambio de punto de vista tras la otra ventana!!!

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  4. Muy bueno Amparo, me gusta mucho cómo escribes. Además ese personaje con la pierna fastidiada bien podría ser el James Stewart de "La ventana indiscreta"...

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  5. Gracias Marco, también en el cuento de Lucrecia me pareció ver un guiño a "La ventana indiscreta",pero cada una aportando todo lo que podemos de nuestra cosecha para hacerlo diferente. Después de ver un fragmento de la peli en el blog era difícil sustraerse a la magia del film de Hichkocht (ya no recuerdo cómo se escribe)
    Pero gracias de nuevo.

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  6. Bravo Amparo, me han dado unas ganas de ir corriendo para avisar a susan del peligro que corria que casi me hago yo otro esguince. Me he sentido participe en la historia porque esta muy bien narrada.

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  7. Me ha gustado, pero yo no lo habría narrado en presente, me resulta muy rápida la lectura, como que todo pasa corriendo.

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  8. Ya, tienes razón.Es posible que no quede bien empezar narrando en primera persona y terminarlo en tercera ¿no?

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  9. Salvo es fallito en los tiempos, el relato es genial.

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