Era el día, se despertó abrió su ventana y pudo ver que estaba el cielo gris, auguro de que pronto empezaría a llover sin conmiseración.
Se dio una ducha de agua bien caliente, y al salir noto el aroma que tanto le reconfortaba, una taza de café bien caliente le vendría muy bien. Se vistió y se dirigió hacia la cocina en donde su mujer le estaba esperando ya impoluta, perfecta para la ocasión. Desayunaron juntos, sus palabras eran escasas y de frases ya echas como: el día está gris, pronto comenzará a llover, quizás vaya menos gente de lo previsto. Salieron a la calle y comenzó a diluviar, no hizo falta abrir el paraguas pues el coche estaba justo en la acera. Se dirigieron hacia el sitio en donde les correspondía, al llegar a su destino vieron que unos fotógrafos estaban en la puerta, ella le puso recto el nudo de la corbata y el le dedicó una sonrisa y ambos se dijeron ¡a por ellos!
Él se adentró en aquella cabina, cogió las papeletas del PSOE las introdujo cada una en su sobre, lo cerró meticulosamente para cerciorarse de que quedaba bien sellado, y pensó en voz baja – por Dios que ganen.
Salió de la cabina y los fotógrafos se agolparon para hacerle las fotos de rigor, llego a la mesa en donde los vocales y el presidente de la misma lo esperaban, leyeron su nombre en voz alta - Mariano Rajoy Brey.
Introdujo un sobre en su urna correspondiente y con el otro sobre hizo lo mismo.
-VOTA.
Así que la mujer de Don Mariano votando a la oposición, muy bueno, ¿seguro que no se quedó en casita, en su pulcra cocina preparándole a su maridito un exquisito pastel?
ResponderEliminarEse "-por Dios que ganen" destila tanto humor que aún sigo sonriendo.
ResponderEliminar¡Ojo a la "h" perdida! Y si me permites, trata de evitar las frases hechas del tipo: "perfecta para la ocasión".
El giro del final hace que tu texto destile humor. ¡Muy bien, Marige!
Muy gracioso Marige, hay que ponerle humor al tema. :)
ResponderEliminarRajoy votando al PSOE. Cosas más raras se han visto en política. Enhorabuena. Ojo con el "augurio".
ResponderEliminarCada vez me gustan más tus relatos. Con este me has hecho reir y mira que en un texto donde salga el nombre de Mariano me resulta díficil imaginarme riendo.
ResponderEliminarTula, gran relato el que nos regalas. La ironía es un bien demasiado preciado, sobre todo en estos tiempos que se nos vienen encima (y nos aplastan...)
ResponderEliminarHas dado en el clavo con el título. Vigila las faltas y las repeticiones, por lo demás es un buen relato
ResponderEliminarBuen relato a la vex que irónico y utópico como su mismo título indica.
ResponderEliminarOriginal relato Marige.
ResponderEliminarMuy simpático. En el fondo, si sabe lo que le espera, deseará este desenlace. Genial.
ResponderEliminarEso es miedo escénico y lo demás son tonterías. Marige, para que no se te olvide, en el verbo echar, lo primero que se echa es la h. El verbo hacer, siempre lleva h.
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