Cuando el alto ejecutivo se encontró con su contrato
rescindido sin preaviso, no solo se quedó sin trabajo, sin casa y sin su deportivo favorito,
sino también sin alma. Había hipotecado su vida y ahora no tenía otra de
repuesto.
Se trasladó a una cueva en la montaña, símbolo de su vacío
interior, con la consigna vital de intentar sobrevivir al margen de la sociedad.
Únicamente duró una semana.
¡Qué similitud con el texto de Fergal!
ResponderEliminarEl final no podía ser de otra manera, jajajaja.
Mírate el preaviso.
¡Buena reflexión, Malén!
Buen micro Malén, como siempre.
ResponderEliminarMadera, madera, voy a tocar madera, para ahuyentar los malos tiempos. Buen micro, Mag.
ResponderEliminarLa cosa es que lo he escrito junto como yo creía que era y mi programa ha dicho que lo separase. Gracias mil. Sí muy similar al de Fergal, ya se lo he dicho, pero creo que a mí esas cuevas tipo Capadocia no me dan más juego.
ResponderEliminarSobrevivir al margen de la sociedad... ¡hemos creado un monstruo que terminará devorándonos a todos!... ¿Quién puede estar una semana sin consumir? Triste pero real. Es lo que hay. Buen micro Malén.
ResponderEliminarSolo faltaban los buitres. Increíbles los dos micros, la misma idea con la misma foto.
ResponderEliminarMalén, me alegra compartir ideas con una profesional de las letras, estoy EncantadA.
ResponderEliminarEstamos todos INDIGNADOS con el tema social, eso inspira,jajajaja,......
Yo duraría menos.
ResponderEliminarMuy bueno Malén... No pasa nada por tener la misma idea para un relato, ya que en ambos se puede apreciar el toque de cada autor.
ResponderEliminarAsí es, cuánta gente hay con el alma y la vida hipotecada.Muy bueno,Malén.
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