Dentro de la casa, en una
calurosa habitación, dejó olvidadas las peleas y los golpes. Se vistió con un
ligero desmangado de lino sin contestar
al capcioso interrogatorio de su marido; su peinado, el maquillaje y ese leve
vestido señalaban otros objetivos diferentes a una cena con sus amigas.
Ya en la calle, bajo el salvaje
sol de agosto, comenzó a bajar los peldaños para alcanzar otro universo que le devolviera
el sentido a su oscura existencia.
Puntualmente frenó ante ella un
coche. Se abrió la puerta y se acomodó entre la paz y el amor sin condiciones.
Las sonrisas y las palabras de apoyo flotaban en el pequeño espacio. Suspiró
feliz. El coche arrancó con tres mujeres hacia un destino más apacible.
Pasadas dos horas escasas, su
casa voló por los aires. Su marido, borracho, no percibió el olor a gas. Ellas,
comenzaron a vivir.
Este está dedicado para Malén, seguro
ResponderEliminarGracias wis, no sé por qué lo dices, ya sabes que yo me hubiera cargado al marido de un plumazo, de hecho es lo que hago siempre, solo con la palabra.
ResponderEliminarPrecioso relato con unas suertudas protagonistas.
Quería hacer un elogio a la amistad (como uno muy bonito que ha escrito Malén) pero al final decidí darle este giro más dramático.
ResponderEliminarPues sí es un precioso canto a la amistad.
EliminarPues se lo dedico a Malén. Es cierto que, mientras lo escribía, me estaba acordando de ella ¿Por qué será?
Eliminar¿? Muchas gracias.
EliminarTu relato me sugiere un Thelma y Louis made in Amparo.
ResponderEliminarY lo es. La verdad es que esta foto me sugería muchas cosas.
Eliminar¡Genial Amparo! Me gusta la brevedad con la que has narrado todo un drama sin dejar de lado todos los ingredientes: intriga, humor, agilidad...
ResponderEliminarEnhorabuena. :)
Abrazo fuerte.
Gracias, Yolanda. Un elogio viniendo de tu parte.
Eliminarexcelente micro, Amparo. Hay que ver cómo está el patio en VE.
ResponderEliminarGracias, prima, tantos elogios me abruman.
EliminarLa amistad es el motor de la vda... Un beso
ResponderEliminarDe eso se trataba, Mer. Mi primer objetivo al escribir el relato fué rendir un tributo a la amistad, pero mi mano dejó abierta la espita del gas...
EliminarMe ha gustado, Amparo, es muy sugerente y el final...muy explosivo.
ResponderEliminarGracias, Manuel!!
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