miércoles, 8 de agosto de 2012

Margarita y Emilio


Valencia escribe<br>sobre...

Ese hombre tan enjuto, con porte de caballero y brazo firme, pasea su poderío por una solitaria playa del sur de cualquier parte, hasta el perro lleva en su pose la misma actitud que Margarita, lánguida y abandonada a la suerte que les ha tocado vivir…
El caballero del que no quiero mencionar su nombre, es su esposo, el guardián de los dos seres que le acompañan. Un tirano, un traidor de la vida, y aunque ésta no le guarda rencor, la hermosa Margarita y Emilio, en su existencia perruna sí.
Todos los atardeceres, cuando el sol se torna de un color cobrizo y se despide bajando la persiana del día; Margarita, Emilio y ese señor, pasean su tristeza por la orilla de un mar que rezuma libertad y rebelión.
A ratos, el anónimo, le permite a su mujer quitarse el sombrero, mostrar a nadie que no sea a él y al horizonte su rostro juvenil y armonioso, Ella, dedica siempre una mirada al mar. Ese señor es el amo y como tal ejerce. Con una mano guía a su fiel perro encorreado y con la otra a su sumisa esposa y prisionera.
- Poseerás mi cuerpo. ¡Jamás mi esencia!, proclama Margarita a los cuatro vientos en silencio.
- Vas muy rápido, las damas elegantes tienen que andar a pasitos cortos. Ya sabes, las rodillas son mi tortura con tanta humedad.
Emilio, cabizbajo contempla la arena, desolado y con la esperanza de reunir en algún momento las fuerzas suficientes para echar a volar tan rápido que, las piernas de ese señor no puedan seguirle, se trafulquen y en el caos, Margarita, quede liberada de esa mano huesuda que le prende el brazo y huya, corra y corra en dirección al mar, descalza, sin más vela que su melena al viento… Emilio, sueña con la fantasía de salvar a su princesa de un viejo y achacoso carcelero con el corazón duro y frío como el mármol.

3 comentarios:

  1. Qué triste, Mer. Siempre se tiene que ser valiente para salir de una situación así. El perro será fiel pero no la sacará de allí. Ojala Margarita dejara de mirar al mar y mirara a su alrededor, descubriría que el amor la esperaba agazapado a la orilla de alguna ola. Bonito relato

    ResponderEliminar
  2. De acuerdo con Wis. Y pensar que todavía existen mujeres bajo ese yugo. Me ha gustado.

    ResponderEliminar
  3. La historia de muchas mujeres. Triste y real. Muy bien narrado

    ResponderEliminar