jueves, 30 de agosto de 2012
Se me cayó el alma (dedicado a la Maga)
Aquel fausto verano acabé con una pesadilla que había durado la friolera de quince largos años. Años de reproches, de celos, de broncas en todas las formas y grados posibles. La amargura instalada en todos los rincones de mi cuerpo y de mi casa.
Había invitado a dos de mis primas a comer, contaba con que él siempre llegaba de noche y me propuse pasar un día agradable, lejos de mi habitual soledad. Pero mis cálculos fallaron y él apareció a media tarde completamente borracho y con la camisa desabrochada. Se me cayó el alma a los pies junto con la taza de café que tenía entre las manos pero no dije nada, actué como si no pasara nada.
Mis primas se despidieron y bajé a la calle para acompañarlas. Ninguna de nosotras aludió a la tragedia que flotaba en el aire. Les lancé el último adiós con la mano mientras el coche se alejaba.
Volví a subir a mi casa. No dije ni una palabra. Me cambié de zapatos, cogí el bolso y salí por la puerta para siempre, para siempre... Fue la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay silencios que se revalorizan por serlo y por ser compartidos, cuando los acontecimientos hablan por si solos poco pueden añadir las palabras.
ResponderEliminarTu historia es una historia de hechos, el silencio de las primas, la posterior huida de la protagonista: acción contra la pasividad acumulada durante tanto tiempo.
Buen micro.
Abrazos.
Excelente micro Lucrecia. De los silencios, doy fe de ellos.
ResponderEliminarEn la vida tomamos muchas decisiones, quizá, las que tienen que ver con la independencia emocional son las más dolorosas de tomar aunque llevemos tiempo y tiempo madurándolas en silencio.
ResponderEliminarEs bueno saber cuándo decidirse y no mirar atrás, aunque resulte doloroso y se te rompa la vida. Muchas gracias y muchos relatos.
ResponderEliminar"para siempre, para siempre,..." muy lograda esa repetición, esa letanía que parece darle fuerzas a la protagonista de tu historia.
ResponderEliminar¡Muy bien, Lu!
Una valiente tu protagonista. ¡Ojalá en la vida real muchas mujeres se atrevieran a tomar una decisión así! Precioso relato Lu. Me gusta el ritmo y la fuerza en algunas frases que le das a tu historia
ResponderEliminar