Me hubiera gustado vivir en el primero, así no
tendría que soportar esas miradas detrás de las puertas, piensan que no me
entero, pero se equivocan, sé que están ahí, siento los parpadeos de sus ojos
pegados a las mirillas.
Yo intento
esconder bien mis tesoros: la envidia es muy mala; Marucha, la del segundo pone
cara como de asco cuando me ve, piensa que me engaña con sus gestos; yo paso
todo lo rápido que puedo a su lado y hasta subo los peldaños de dos en dos para
llegar cuanto antes a mi apartamento en el tercero. Allí me siento bien, estoy
a salvo de tanto fingimiento y tanta tontería, se creen que me impresionan con
sus modelitos y sus perfumes, yo disfruto mis cosas aquí, en la intimidad de mi
casa, no tengo por qué exhibir nada de puertas para afuera.
Ahora en verano estoy más tranquila, el edificio
está casi vacío y me siento más libre; Joaquín el portero se ha ido al pueblo y
entro y salgo a mi antojo; hay días que puedo meter varias bolsas sin
impedimento alguno.
Voy a echar los tres cerrojos, no quiero que pase
como la otra vez que de un empujón abrieron y entraron, cada vez que lo pienso
me pongo enferma, me robaron todo y me llevaron a…, bueno mejor no pensarlo,
voy a colocar estas gafas de sol tan bonitas que están casi nuevas, encima del
flotador que encontré ayer, y a este bote de bronceador le haré un hueco encima
de los tesoros que tengo en el bidé. Me gustan mis hallazgos veraniegos, están
llenos de encanto y olor a mar.
Ha sido un día estupendo, he conseguido unas cosas
muy interesantes, no me extraña que se mueran de envidia mientras espían.
Muy original el tema de coleccionar cosas que los demás olvidan... Relato fresquito y a la vez muy de toda la vida...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta versión de Diógenes. Yo tengo un relato perdido por el blog con el mismo teme. Pero claro este está escrito por el auténtico. Felicidades, Diógenes.
ResponderEliminarTambién me ha gustado mucho el título.
ResponderEliminarDiógenes, has "estao sembraó", con el relato y con el título.
ResponderEliminarEse síndrome que supongo quien lo padece no puede dominar.
ResponderEliminarSuerte.
Olé! Me ha gustado muy mucho!!
ResponderEliminarBien, por Diógenes y sus hallazgos veraniegos!!
ResponderEliminarEnhorabuena. Me gusta la forma que tiene la protagonista de ver a los demás como seres expiatorios. Suerte
ResponderEliminarMe acabo de quedar impresionada. Excelente relato.
ResponderEliminarBuenisimo!!!! Enhorabuena al autor!!!
ResponderEliminarBuenisimo!!!! Enhorabuena al autor!!!
ResponderEliminarBuenisimo!!!! Enhorabuena al autor!!!
ResponderEliminarGracias Lara me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.