Hoy
me propongo acometer el día con buenos propósitos y necesito esta soledad
matutina con la que intento enredarme. Miro al cielo y lo veo libre de
las telarañas de nubes que presentaba el día anterior. El sol hace esfuerzos por
desplegar sus rayos y recobrar la vitalidad que la noche le ha sisado por unas
horas. Fuera, los silencios rompen su sueño con los primeros ruidos del devenir
de la vida.
Cuelgo
la mochila a la espalda; en ella llevo lo imprescindible para socorrer hambre
y sed. También me acompaño de un buen
libro y una libreta de notas para, cuando el cansancio asome en mi cuerpo,
buscar una sombra al plácido descanso y poder tener el goce de alegrar el
espíritu con una buena lectura o... escribir mis sueños, unos sueños que nadie
podrá quitarme. Con ellos vivo porque son mi esperanza. Ellos alimentan la
sensibilidad y la razón, que se ponen de acuerdo al sacudir delicados enojos,
que brotan espontáneamente de un interior desilusionado y cansado por los
errores, tan evidentes, provocados por la dejadez del hombre.
Camino
con la única compañía de mis pensamientos, aunque intento no ofuscarme en
reflexiones transcendentales que amarguen esta aventura que, se me antoja, me
pertenece. Poco a poco, me adentro en el corazón de lo que he venido a visitar.
Un hermoso paisaje natural, donde las leyendas y mitos que encierran sus
bosques, convierten a este lugar en mágico y misterioso.
Me
acomodo bajo un majestuoso árbol (Eleagnus Angustifolia) cuyo nombre hace
referencia al jardín del Edén: El Paraíso. El aroma de sus flores me recuerda a
una mezcla de miel y aceite que mi madre me preparaba de niña, llevándome a una
infancia despreocupada y feliz.
Las
horas, ajenas a todo lo que les rodea, marcan su ritmo para no quedarse atrás.
No tengo prisa pero debo partir. Según me alejo, saboreo los últimos momentos
de tranquilidad y despreocupación, hasta volver a la realidad de este mundo. Un
mundo donde la inestabilidad, inquietud y desasosiego nos acompañan.
SOLEDAD
Tu historia rezuma placidez por todos sus poros y nos introducimos en el paraíso contigo. Enhorabuena, Soledad, me ha encantado!!
ResponderEliminarUna ilusión, un deseo, una imagen real o imagianda. Me gusta.
ResponderEliminarPreciosos relato, Soledad. Has plasmado en él muy bien tus sensaciones. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuy bella, sí, esta soledad rodeada de sosiego y recuerdos de infancia. Entrañable. Suerte.
ResponderEliminarUn relato que transmite calma...me ha gustado mucho!!
ResponderEliminarPrecioso, rallando en lo poético. Me ha gustado sentir esa soledad porque es una soledad buscada.
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