Cada noche me esperas junto a la
cama, deseando que se repita el mismo ritual y te tome entre mis manos, muy cerca
de mi cara. Eres uno y eres todos. Mi aliento te da vida, te acaricio y tu voz me habla. Me cuentas
historias de otras gentes y lugares que sabes que tanto me fascinan, y me enredas en ellas, hasta que transportada
por una fuerza superior, te dejo sobre la mesilla o te escurres entre las sábanas y te olvido soñando,
hasta la siguiente mañana.
¡Que bella descripción!
ResponderEliminarEl mejor compañero, fiel, divertido, complaciente... has descrito al compañero ideal.
ResponderEliminar¡Bravo, Malén!
ResponderEliminarFelicidades, Maga, estoy de acuerdo son los compañeros perfectos (viva la promiscuidad.
ResponderEliminarExcelente relato erótico, Malén. Tiene las tres eses: sensual, sutil y seductor. Mi más sincera enhorabuena.
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