Este verano tocaba crucero por el
Mediterráneo. Ella ya había hecho ese mismo viaje, pero después del oscuro invierno moscovita, le vendría bien recibir la luz del sol.
Estaba disfrutando de su
luna de miel junto a su marido, un poco mayor para alguien tan joven, pero su inteligencia,
le obligaba a despreciar a los hombres de su edad. Eran demasiado frívolos e
incultos, ella admiraba la madurez, la sabiduría y la posición social que
tenía Charles.
Se habían conocido en
París hacía tan solo seis meses. El era un reputado marchante de arte que se
codeaba con lo mejor de la alta sociedad europea. Tenía una casa magnífica en Mónaco
donde se reunían los apellidos más rimbombantes que jamás hubiera soñado.
Ahora se encuentra tomando
un aperitivo en la cubierta del barco mientras lee con interés una novela.
Charles, aunque estaba con ella, se ha retirado al camarote. Se sentía algo
fatigado y prefería el aire acondicionado al enérgico sol. Pronto sentirá
fuertes palpitaciones y se verá obligado a llamar al médico. Cuando éste
llegue, sólo podrá certificar su muerte.
Ella estaba cada vez más
segura de que el fármaco, correctamente utilizado, no dejaba huella alguna.
Esta vez también había pedido una botella de vino. Su sabor enmascaraba a la
perfección el gustillo de la píldora que ella misma había pulverizado
concienzudamente. A Sergey le había pasado exactamente igual.
Levantó la cabeza del
libro. El capitán venía a comunicarle la triste noticia. Sus ojos se llenaron
de lágrimas: “Aunque padecía del corazón… ¡se encontraba tan bien! Estaba tan
relajado, tan feliz. No podía entenderlo”.
Después de los
preparativos se vistió de negro. Dejó de frecuentar la piscina y la cubierta y
se encerró en su lujoso camarote. Rebuscó entre los objetos personales de
Charles hasta dar con su agenda. Allí estaban todos, por orden alfabético. Les
comunicaría personalmente el fallecimiento de su admirado esposo y durante el
funeral se dejaría consolar por…Henry.
SISTER JANE
Pobre viuda desconsolada, menos mal que tiene a Henry. Me ha gustado, hermana.
ResponderEliminarMe parece que van a ser tres...El título le da el toque de humor a este relato "negrito" . Suerte, Sister Jane.
ResponderEliminarMuy interesante modo de vivir. Me gusta
ResponderEliminarCómo me gustan estos personajes!!
ResponderEliminarMe ha gustado, yo creo que no valdría para asesina, no me sale el llanto con facilidad. Cachisss.
ResponderEliminarSuerte.
Me encantó!!! :)
ResponderEliminarjajaja, me encantan las historias de mujeres asesinas de maridos ricos, jajajaja
ResponderEliminar¡Caray! Una viuda negra. Me ha gustado
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