Desde aquí veo a "La Bestia Negra": el Castillo de San Jorge, sede del Santo Oficio Sevillano. Cada vez que lo contemplo, no puedo evitar que mi cuerpo se estremezca.
Dicen que muchos de los que engulle la Bestia jamás vuelven a salir de sus celdas secretas. Y cuando lo hacen es para el quemadero de brujas del Prado de San Sebastián, vistiendo Sambenitos...o como forzados para las Galeras del Rey Nuestro Señor...o para el exilio de por vida donde ya no vuelven a ser jamás la misma persona que antes de entrar allí, créanme.
Ya he tenido problemas con la Inquisición. ¡Voto a tal! Yo, que soy Cristiano Viejo; yo, que guardo los Sacramentos con pulcritud. No quiero ni recordarlo. Vinieron a mi taller tres familiares del Santo Oficio, portando sus espadas con vanidad, acorazados con sus petos negros y yelmos plateados. ¡Me acusaron de ser "marrano"! O, para que ustedes lo entiendan mejor: judaizante. ¡Vive Dios! Nunca pisé sinagoga alguna, ni sé de Talmudes ni hechizos ni qué Diablos vaya usted a saber...se lo juro, señores. ¡Por estas! Sé que alguien del barrio me quiere mal y su lengua es lengua de serpiente, créanme.
Para su conocimiento, soy alfarero del barrio de Triana, tercera collanía, orillas del Guadalquivir y bien es sabido que en este oficio hay mucha rivalidad.
¡Cómo dicen que no me han visto comer tocino! ¡Ni carne de cerdo, como los judaizantes! Estoy sin dos cuartos, el negocio va mal, no se vende lo necesario para ganar dos reales...dénme ustedes los cuartos y ya verán si compro un cerdo y me lo como enterito...¡Ay! Perdón, perdón si les ofendí, no he querido burlarme de ustedes, ¡líbreme Dios de pensar tal cosa! ¿No ven las imágenes de la Virgen del Carmen que hay en la pared? ¿No ven aquella de la Santísima Inmacualda? ¿Acaso son imágenes que tienen los judaizantes en sus casas?
Por esta vez se largan, no muy convencidos, por cierto. Volverán para enseñarme las entrañas del castillo...
Este servidor de ustedes tiene el hatillo preparado; pone pies en polvorosa y se larga para el Nuevo Mundo en la primera Galera que parta de la Torre del Oro.
Mientras se propone un nuevo ejercicio, comparto con vosotros, compañeros este relato ambientado en mi ciudad. Conozco el Castillo de Sanjorge, del que solo queda la base, bajo el mercado de Triana, he paseado por sus ruínas y visitado su museo. He escrito muchas cosas ambientadas en él y en su época activa. Aquí dejo esto.
ResponderEliminarMientras se propone nuevo ejercicio, comparto este con vosotros, compañeros. Me encantan los relatos históricos. Además conozco dicho castillo y su museo pues lo he visitado numerosas veces. Es la segunda vez que escribo algo sobre él y su época.
ResponderEliminarMuy bueno, Manuel, qué época terrible aquella. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué bueno, Manuel! La verdad es que está muy logrado este monólogo "histórico" sobre la Inquisición. Me ha gustado mucho. Revisa estas cosillas:
ResponderEliminar- "La Bestia Negra": (dos puntos) el Castillo de San Jorge
- se los juro, señores. (se te ha colado una "s" de más)
y tal vez haya un exceso de la conjunción "y".
¡Enhorabuena, Manuel!
Gracias por las opiniones, amigas. Voy corrigiendo. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato Manuel. ¡El temor a la Inquisición! y no les faltaba razón...(me ha salido un pareado) Es que esta tarde, Lú y yo hemos estado escuchando a una señora que recitaba poemas de Manuel Machado y se me ha pegado. Enhorabuena por tu relato.
ResponderEliminar¡Muy buen pareado, Amparo! jejejeje. Gracias por tus comentarios. ¿Te gustan los poemas de mi paisano? ¿Y los de su hermano? Yo he leído más los de Antonio que los de Manuel.
EliminarPues yo también conozco más los de Antonio. Se gún las fuentes de esta señora, mientras convivieron ambos hermanos, Manuel fue, durante un tiempo, más famoso que Antonio, luego, cambiaron las tornas. Tal vez al fallecer joven...no sé. En la voz de esta señora, resultaban preciosos.
EliminarFantástico!!!
ResponderEliminarMUchas gracias, Wis. UN abrazo.
EliminarBonito relato, Manuel, transporta a épocas lejanas de miedo y miseria. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuy buen cambio de registro!! Parece que te hayas dedicado toda la vida al relato histórico!!
ResponderEliminarMuchas gracias, amigas. Me encantan los relatos históricos, Malén; son mis favoritos.
ResponderEliminarPues no te cortes...¡a escribir relatos históricos! Podías continuar, si quieres el mío de Montsegur, a tí también te gustan los cátaros.
ResponderEliminarMe ha encantado Manuel y además el ritmo tan dinámico que llevas, hace la lectura más fácil. Enhorabuena, amigo.
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