lunes, 18 de abril de 2011

Lucrecia Hoyos, PREMONICIÓN

Lelia se despertó relajada. Estaba en la playa con un libro desatendido sobre sus muslos. El sol de primera hora de la mañana calentaba su cuerpo escudado en crema de factor 50. Llevaba gafas de sol y sombrero. No sabía el tiempo que había estado dormida. Apenas recordaba el contenido del sueño que acababa de tener. Miró la hora, las diez de la mañana. Se había instalado allí a las ocho con su Mp3, su toalla, un almohadón, y una mini nevera con un bote de té y un puñado de cerezas. Las diez era su hora de volver a casa. Se demoró un rato aquel día. Se dio un buen baño y se dispuso a mimarse con los frutos escarlatas y el té verde. ¡Qué placer! –pensó, justo en el momento en que le vino un retazo de la historia que acababa de soñar: un hombre con un cuerpo de vértigo le hacía el amor en plena playa. Se turbó con el recuerdo. En ese momento oyó una voz a su espalda.
-Hola, perdona mi atrevimiento, pero siempre te veo cuando te vas de la playa que es justamente cuando vengo yo. Para una vez que coincidimos tengo que aprovechar la oportunidad de saludarte. Me llamo Ernesto –dijo ofreciéndole su mano.
-Hola –acertó a decir apenas Leila mientras miraba incrédula el cuerpo y el rostro de aquel hombre…

13 comentarios:

  1. Muy bueno Lucrecia. ¿Sueño o realidad? ¿Sueño que se transforma en realidad? ¿Realidad soñada? Una cosa: creo que "a penas" tal y como lo utilizas debería de ser "apenas".

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  2. Es un sueño cumplido. Me ha gustado como describes tan pausado.

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  3. Me gusta mucho Lucrecia, yo que soy tan romantica me he imaginado ser la prota de tu relato. ay el amor y los sueños.

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  4. Pues yo creo que más que amor, lo que hay aquí es otra cosa... Es un relato, en mi opinión, bastante tórrido. La protagonista se "despierta" de su "sueño" bastante relajada. Mmmmm, ¿relajada? Finalmente ella se queda mirando el cuerpo y la cara de Ernesto, no su mirada, ni su sonrisa,... Mmmm, yo lo veo claro, vamos...

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  5. ...pero esos hombres de los sueños ¿de verdad existen?, que afortunada la protagonista.

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  6. Marco, la interpretación es libre, Marige tiene la suya y además se identifica, déjala que disfrute. Y tú a las procesiones y olvídate de Don Carnal, medita, medita...
    Yolanda, no seas celosa, pues claro que existen solo hay que saber reconocerlos. De todas formas en mi relato no había nada que se pudiera llamar "VERDAD".

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  7. jajaja ¡¡¡¡este era el mirón de la playa!!!!!, jajaja. Lucreciaaa mejor no interpreto este cuento jajajajaja

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  8. Para que veas Lucrecia nosotras vemos la parte romantica y los chicos ven la parte carnal. Una historia muy sugerente si señor

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  10. Cuidado, Fernando, que con el cabreo las "V" se te convierten en "B" y arrastran a las "N".

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  11. Pero por dios y los clavos de cristo crucificado, ¿es que nadie se atreve acontinuar con esta historia...? Lucrecia nos está invitando a ligar, y ¡en semana santa!. Pecar dos veces es como NO PECAR.
    Nota: aclaro lo de pecar dos veces: yo he visto a Leila como la protagonista del relato de Jose Luis. Leed 1º a Jose Luis y después a Lucrecia y todo cuadra. Ánimo Fernando.

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