Bajaba de su apartamento, era una mujer muy hermosa, parecía tan sensible, que no podía ser...,
estuve toda la noche dándole vueltas a sus respuestas, estaba claro que algo ocultaba, ¿pero que?
sus labios tan sensuales, invitaban a algo más..., “la besaría”, me invitó a una copa que rechace
olvidé por un momento a que había subido, me hipnotizó su belleza, menudo detective era....
Después de quince días de investigación, encontramos el cadáver, su mujer fue al deposito, era él,
era como una pesadilla, lloraba la perdida de su marido, suplicaba que encontrásemos a su asesino.
Reconozco que estaba enamorado, me tenía completamente cegado ¡por tenerla entre mis brazos!
en la victima había datos concluyentes, según los forenses la última palabra la tienen los muertos,
cada vez las pruebas estaban mas claras, tenía que seguir investigando, quisiera equivocarme,
habíamos interrogado a los camareros, a bailarinas y todos decían lo mismo, era un buen hombre,
entonces cuando ya me marchaba, llegó Julia asustada, no quería que la vieran hablando conmigo,
no podía creer lo que estaba viendo, esa cinta... era la prueba definitiva, pero en el fondo ya lo sabía,
nada podía hacer, con una gran decepción fui a buscarla para detenerla, ella me estaba esperando,
andando hacía ella, dispara, tumbado en el suelo siento un beso, su beso, el beso... de la muerte.
Me ha sorprendido Josefina, me recuerda al libro las intermitencias de la muerte, menudo final. FELICIDADES.
ResponderEliminarCuando lo leí en el concurso no me di cuenta de que se formaba el nombre del vino con las primeras letras. Me ha gustado y menuda inventiva para hacer que encajasen las palabras con el texto!!!!
ResponderEliminarYo también lo voté y por él nos conocimos.
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