miércoles, 28 de marzo de 2012

PA EL JURAO DEL CONCURSO (III -Última entrega)

Romy además es muy sensible, participativa, amable. Qué decirles a ustedes si todo lo que pueda contarles es de lo mejor. Lo importante es que ella no sepa que yo les he enviado esta carta de recomendación. Ya sin ver a los demás para mi es ganadora del concurso, es que debe serlo por las extraordinarias capacidades que le expreso en la carta que les remito a ustedes y que haría el favor de que se la dieran a esos del Círculo, ya que la Romy me dijo que la leerían en el círculo. Me quedé pensativa, como diciendo, es el destino. Yo que doy tantas vueltas para decir las cosas y puede que lean esta carta en el Círculo. ¡Que casualidades nos da la vida en ocasiones! Otra cosa, decirles que tengo la habitación del Juanito con muchísimos libros de Alfaguara. La Asun le regaló hace bien poco unos de color amarillo que tiene encima de la mesita de estudiar. Están como el primer día y es que la calidad se nota. Romy me dijo lo del lote y tengo aún un hueco en la repisa de los peluches y no me quedarían mal si son de color naranja. Esto lo digo por si no le importa a los señores de Alfaguara regalarle libros de niños. Volviendo al caso extraordinario de la Romy decirles que no se arrepentirán de nada y si hay que colaborar con unos chorizos y algún botillo sólo me lo digan. En el caso de que no haya más remedio, díganmelo. Yo ya le compré un mueblecito en el Ikea para los libros que dan de premio y un marco de esos retorcidos y dorados en los chinos para la hoja de periódico. Guardo los tickets de compra y me dan un vale, en el caso de la catástrofe de no ganar. Aunque también les digo que sería capaz de comprarle yo los libros para cumplir las ilusiones de Romy. Eso, seguro. Y decirle que ganó el concurso y ya está. Pero claro su gran periódico sabrá tener en cuenta estas escasas letras de una mujer de su casa de toda la vida. Acabo de hablar por teléfono con Romy, que me dice que se titula el relato: Sueños de papel. Autora: Romualda (Romy) Ibáñez García. Muy agradecidísima les queda: Dulcinea Portillo Cifuentes

6 comentarios:

  1. ¿Quié puede resistirse a un botillo?..., y qué decir de los demás presentes, pronto el nombre de la Romy lucirá en letras de oro, seguro. Muy divertido.

    ResponderEliminar
  2. He leído las tres entregas y te dejo aquí mi opinión. Es magistral, una lección de cómo hacer un relato con una idea arriesgada de las que ganan concursos, o como diría la Dulcinea: "¿cómo no le van a dar el premio al Jose Luis que ha nacido para ello, para escritor me digo, que nada más nacer lo primero que hizo no fue llorar, que va, lo que hizo fue afanarle el bolígrafo bic del bolsillo al señor de la bata y escribir un llanto en un gráfico de esos que llevan los médicos que sólo saben leer ellos".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ejem...pues creo que lo primero que hice al nacer fue una gran meadilla. Después lloré, pero creo que mi llanto era porque me habían despertado! Y cosa rara. No me atendió una comadrona sino un comadrón. Debía ser el único allá en Atapuerca. Gracias Fernando por tus palabras.

      Eliminar
  3. Estoy de acuerdo, yo le daría ya mismo el premio a la Romy y al José Luis. Me parto de risa. Felicidades, amigo, es un auténtico placer leerte.

    ResponderEliminar
  4. La verdad es que la voz narrativa de Dulcinea se mantiene al mismo nivel en las tres entregas, y a pesar de ser casi un monólogo interior, más que una carta, se lee con muchísima facilidad. Además el punto de ironía que se deja ver entre líneas le da mucha frescura.
    ¡Que le den el premio, que le den el premio!

    ResponderEliminar
  5. Si, otro voto mío...¡Por favor!

    ResponderEliminar