El héroe siempre regresa de un lugar al que, más tarde o más temprano, sabe que debe volver. Lo que queda en medio es la vida, la aventura, lo que confiere al hombre la categoría de héroe.
Una puerta se abre. La cámara recorre, en un suave y delicado travelling, la distancia que separa la oscuridad interior de la luz exterior. El sol y el paisaje del Monument Valley nos saludan. Una familia espera. Vivir es esperar a que alguien aparezca en el horizonte. Vivir es salir a su encuentro. John Wayne es nuestro héroe.
Muy bueno, Marco. Jhonn Wayne es toda una institución en el Western. Estas peliculas son inmortales. Me gusta el tono evocador del relato.
ResponderEliminarUn relato evocador, con un tono de nostalgia, de héroe solitario, como son los héroes que se precien, por otra parte.
ResponderEliminarUn buen guiño a las técnicas cinematográficas, a los juegos con la luz, a los movimientos de la cámara.
¡Buen trabajo, Marco!
Cierto, muy bueno, Marco. Perdonad mi parquedad en los comentarios. Voy a tener que hacer un curso de comentar, no se me da nada bien.
ResponderEliminar¡Solo falta que encima te disculpes por la parquedad de tus comentarios! Hada, para mí es suficiente con que me leas. Si además, eres capaz de señalarme una coma rebelde o una frase que chirría, ya me doy por más que satisfeccha. No te exijas más de lo que das. En tu caso creo que obvio que estás dejándote el alma en este proyecto. Pasa muy buen día
EliminarJhonn Wayne, es todo un maestro. Como la forma que tienes Marco de describir la entrada y salida a la estancia donde despide a su familia. Enhorabuena
ResponderEliminarSugerente punto de vista el de tu relato. Precioso!!
ResponderEliminarMarco, eres un clásico. Mis compañeros de trabajo adoran esta película y seguro que si leen tu delicado relato estarían dispuestos a cabalgar de nuevo con John.
ResponderEliminarGenial, Marco...¡Hasta la descripción del movimiento de la cámara! Ya sé qué relato sugerir a mi hijo para leer cuando venga de Madrid.
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