En todas las casas existen recónditos lugares como una
rejilla, cavidad o desagüe al que no prestamos atención por su inaccesibilidad
y es ahí donde ellos habitan. Nos vigilan a lo largo del día y conocen todos
nuestros secretos. Por las noches y cuando salimos de casa se convierten en
nuestro alter ego: leen nuestros libros, se pasean por nuestros armarios y se
sientan en nuestros lugares favoritos.
Nos imitan en todo. Porque de tanto observarnos conocen nuestras
reacciones más íntimas de memoria. No es de extrañar que no encontremos las
cosas donde pensábamos que las habíamos dejado. No es un despiste, son ellos, que les gusta molestarnos. Mueven los muebles apenas unos milímetros, esconden
las llaves o los papeles que tanto habíamos buscado y que inexplicablemente
aparecen al cabo de unos días, allí donde ya habíamos buscado sin éxito. Habéis
de estar bien atentos para descubrirlos. Y prestarles atención para convivir
todos tranquilos. Son los duendes de los hogares.
Si, y existen, cuando un gato mira fugaz hacia un rincón es porque los ha visto, cuando vemos una sombra por el rabillo del ojo, son ellos que corren por la casa...
ResponderEliminarEstá genial, Malén
Tienes toda la razón, Maga, pero ya conoces mi versión de ellos. Buen relato.
ResponderEliminarAunque en este comentario figure mi nombre no soy ese que mira en la fotografía. Que bien nos conoces Malen. José Luis no está en casa y dejó el ordenador encendido y te leí. Ya se lo dije a Aurea, que es la que vive contigo y con la que tengo muy buena relación. Me gusta como describes a esos seres grandes que cuando vienen a casa no se enteran de nada. Me tengo que ir, que oigo las llaves. Besitos.
ResponderEliminarTambién aquí, ya me parecía a mí que escribías mejor que José Luis, un gusto saludarte. Áurea.
EliminarMe has quitado la idea de mi relato, pero algo haré que tenga que ver con el tuyo. Me ha encantado.
ResponderEliminarQué alivio! Y yo pensando que era mi mala memoria y mis despistes..., buen micro.
ResponderEliminarUUUUUiiiiiiiii, con lo miedica que soy yo, creo que esta noche tendré pesadillas..... Gran imaginación, Malen.
ResponderEliminarahora cuando se me pierda algo esperare a que los hombrecillos quieran devolvermelo. Muy ingenioso Malen.
ResponderEliminarJejajaa...muchas veces he imaginado que existían. Bonito relato.
ResponderEliminarBien perfilados esos personajillos en los que, no cabe duda, los miembros de VE creemos a pies juntillas.
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