sábado, 24 de marzo de 2012

NEGRO OBSIDIANA


   

                                                                                               Fotografía de Brian Soko                
Su rostro era tan hermético, como su boca cerrada. Su mirada se escondía tras unas gafas de sol, oscuras e impenetrables.  Jamás vería lo que no le importara.  Unos aros pendían coquetos de los lóbulos de sus orejas. Era muda, ciega y sorda en algunos momentos;  invisible en otros, vigilaba sin ser vista; era dura y fuerte como la obsidiana. Podía resistir todo tipo de embates, condición indispensable en su labor diaria. El sombrero ocultaba una media melena rubia y una cabeza noble,  que funcionaba rápida y sagaz.  Aparentaba más años de los que tenía y ahí residía el secreto de su poder. La  vida no le había dejado tiempo para mimarse, pero no le importaba. Lo único trascendental eran las misiones que le confiaban. El abrigo guarecía un cuerpo seco y atlético, que nadie miraba. Nunca podrían sospechar de ella, esa aparentemente  casi  anciana, que cruzaba a un lado y a otro de la frontera, portando mensajes, mientras contemplaba el reflejo de su figura en la ventana.

7 comentarios:

  1. Qué emoción, una espia eficiente e interesante camuflada en nuestro blog..., ¿qué pretende? ¿robar nuestras palabras? acaso... ¿meterlas bajo el sombrero y hacer con ellas un libro? o..., ¿una sopa?, Habrá que seguir los pasos de la misteriosa dama...

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  2. Un relato magnífico. Con vida propia pero también sería un inicio perfecto para una historia mucho más larga. Su lectura engancha desde el principio y cuando acabas desearías saber más. Un personaje que te invita a preguntarle, a sentarse enfrente de ella y comenzase a hablar de su vida , que se supone muy enigmática y rica. Me ha gustado muchísimo y te animo Malén a considerar este relato el inicio de algo más largo.

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  3. Precioso, Malén. Lleva tu sello.

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  4. De acuerdo con todos, Maga, excelente. Tu también sorprendes con cambios de registro.

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  5. ¿Es una asesina a sueldo? ¿Es una loca, trastornada, que mata maridos? Malén, ya puedes empezar a escribir el resto....será la única manera de despertar a Wiss de su letargo primaveral.

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  6. Nada que objetar, excepto...¡que siga, que siga!
    Muy buen comienzo, es verdad. ¿Continuará?

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  7. Una descripción del personaje fantástica. Sigue, sigue

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