No puedo estar tranquilo ni en mi
propia casa, tampoco hacer lo que me apetezca. ¡Es intolerable! Desde que esa
fotógrafa, Joan Wakelin, se pasea por la calle como si fuera suya tomando
instantáneas de sus viviendas y habitantes, no puedo vivir plácidamente. Nunca
sabes cuándo aparecerá. ¡Qué se habrá creído esa célebre hija del maligno! Ni tomarme
una ducha o pasearme como dios me trajo al mundo, si es mi apetencia. Pero ya he
encontrado la solución: el cuadro de mi antepasado se acopla como un guante al
marco de mi ventana y desde la calle no se apreciará el engaño. Él y su querido libro me ayudarán a permanecer en el
anonimato.
Jajajaja, muy bueno Malén! ¿Qué libro será el que está leyendo el señor del cuadro? Un abrazo!
ResponderEliminarJejjeje, qué buena idea ha tenido tu protagonista. Buen micro, Malén, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarQué bonito micro, Malén. Impecable!!!
ResponderEliminarIngnioso y práctico el personaje. Me gusta.
ResponderEliminarCierto, muy ingenioso, Felicidades, Maga.
ResponderEliminar¡Menuda imaginación Malen!. Muy Bueno.
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