Se
encontraba vestida y maquillada, a punto de salir a cenar. Un ruido inusual, hizo que se diera la vuelta; creía
que se encontraba sola en la casa...
Se
llevó la mano a su boca para ahogar un grito. Aunque estaba aterrorizada, debía andar con cautela y no ceder al pánico.
Ante
sus ojos tenía la vista de su enorme e impoluto salón sin nada o nadie que
pudiera haber alterado su tranquila y segura existencia. A la derecha, en la
pared del vestíbulo, el panel digital con pantalla de doce pulgadas le indicaba que la normalidad era absoluta en
el exterior y en el interior. ¿Entonces, quién o qué podía ser la causa del
extraño sonido?
Conservó
la sangre fría y comenzó a caminar con dificultad sobre sus tacones de
quince centímetros. Su falda lápiz de
terciopelo azul marino le impedía dar pasos largos y se sintió ridícula
viéndose caminar sobre el parquet de roble como una muñeca mecanizada. Aceleró
el paso para compensar la lentitud de sus grotescos pasitos y poder
desenmascarar cuanto antes al misterioso asaltante, pero terminó en el suelo
con sus ciento ochenta centímetros de estatura, sin contar los tacones.
Víctor,
su nuevo robot-guardaespaldas de última
generación, llegó hasta el pasillo dónde yacía su dueña, inmóvil y desmadejada.
Un hilo de sangre espesa resbalaba desde la ceja hasta el suelo. Se oyó el
timbre del teléfono y contestó el mismo Víctor sin mover ni uno de sus acerados
dedos. -"Todo ha salido según lo acordado, señor. Ha sido usted muy hábil al
reprogramarme. Su esposa no ha sospechado nada y a la policía le parecerá un
accidente: las canicas del niño en el suelo, la mesilla metálica que le causó
el golpe mortal… Es un placer estar a su servicio, señor”-.
Es bueno, Amparo, si señora.
ResponderEliminarInspirado tal vez en las joyas de Cartier??? jijijiji.
El robot me ha recordado a la peli de Bruce Willis, la de los sustitutos.
Qué miedo, yo no quiero robots en mi vida. En resumen, me ha gustado mucho, me imaginaba la escena conforme iba leyendo y me ha divertido mucho tu descripción de la falda lápiz de terciopelo azul.
Gracias, Wis . También me ha dado la idea de los"electrodomésticos" que se rebelan el horno aéreo del cuento de Malèn.
ResponderEliminarMuy bueno, Amparo, y muy bien escrito. Se mantiene el interés del lector hasta el final, mándalo a los relatos negros, ya mismo, solo has de recortar algún párrafo, venga!!
ResponderEliminarJo, con lo mal que se me da lo de los "recortes". Bueno, lo intentaré...
EliminarAmparo, imagina que eres del PP y seguro que lo recortas de cine...
EliminarPara mí eso es inimaginable, Wis.
EliminarCuanta maldad Amparo!!! Me gusta.
ResponderEliminarme gusta, drama y trama bien enlazados, un bonito corto de relato negro, lo debes enviar.
ResponderEliminar¡¡Gracias, María Salud!! Ya lo he mandado pero resumirlo en 150 palabras...no es lo mismo.
EliminarPor cierto, eres nueva por aquí. Si te animas a escribir, ya sabes, puedes hacerlo para el concurso de otoño o semanalmente a partir de la foto que puedes ver arriba a la izquierda o en el muro de facebook de Valencia Escribe.¡¡Visítanos!!
Plas, plas, plas, muy bueno. Estos tecnohumanos pueden ser muy peligrosos.
ResponderEliminar¡Gracias, Lu!
EliminarMe ha gustado la historia, espero que tengas suerte en los relatos negros, está muy bien contada. Jajaja, por lo que he leído te costó algo recortarlo, uf habrá que decirle a Rajoy que nos enseñe, pues a él le resulta muy facil. Enhorabuena Amparo
ResponderEliminarGracias Fina!!
Eliminar