Yo vivía allí, en Dogville, aunque el nombre no le hacía justicia, debería haber sido Wolfville. Fui testigo de todo. Y lo peor es que aquello era el mundo. Asistí a la representación y supongo que, como todos, tomé parte en ella. Pobre Grace. Aunque todos somos Grace. Y también todos somos los que abusamos de ella. Víctimas y verdugos. Es la condición humana. Quisiera pensar que yo soy distinta, que mis amigos, mi familia, lo son. Pero hoy no es día de concesiones. Hoy me gustaría no estar presente en el gran teatro. Ni siquiera soy capaz de escribir algo coherente porque no veo nada de eso a mi alrededor. Me salgo del escenario. Es vuestro turno…
jueves, 9 de febrero de 2012
WOLFVILLE
Yo vivía allí, en Dogville, aunque el nombre no le hacía justicia, debería haber sido Wolfville. Fui testigo de todo. Y lo peor es que aquello era el mundo. Asistí a la representación y supongo que, como todos, tomé parte en ella. Pobre Grace. Aunque todos somos Grace. Y también todos somos los que abusamos de ella. Víctimas y verdugos. Es la condición humana. Quisiera pensar que yo soy distinta, que mis amigos, mi familia, lo son. Pero hoy no es día de concesiones. Hoy me gustaría no estar presente en el gran teatro. Ni siquiera soy capaz de escribir algo coherente porque no veo nada de eso a mi alrededor. Me salgo del escenario. Es vuestro turno…
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Muy actual, Lu, tanto que ya no entendemos nada, pero somos distintas, créetelo, yo también hago mutis por el foro.
ResponderEliminarPobre Grace. Siempre buscando no la sociedad perfecta sino la normalidad perfecta. Sigue buscando Grace. Un día, despúes de Wasington, quizá fundes la ciudad de Graceville. Me ha gustado mucho tu relato, Lucrecia.
ResponderEliminarVaya Lu, menuda película has escogido. ¡Yo me pasé todo el rato con el corazón en un puño! Me dicen que sufro porque siempre me meto en el papel de la protagonista, pero eso no me pasa en las comedias. Perfecto relato para una película que yo jamás olvidaré.
ResponderEliminarMagnífico y terriblemente actual, como las películas del señor Von Trier. Todos somos Grace, efectivamente, y todos somos Dogville, o Manderlay, o la esperada Washington. Trazamos nuestras vidas sobre un escenario, y con tiza marcamos las líneas que delimitan nuestras miserias. Muy acertado Lu...
ResponderEliminarSolo una anotación. Se titulará Wasington, sin la h. Supongo que será para hacer notar que aunque suene igual, no será lo mismo. Un saludo.
EliminarTienes toda la razón, José Luis. Ojalá este danés ególatra y genial pueda concluir esta maravillosa (y dolorosa) triligía. Posiblemente me traicionó el hecho de estar inmerso en la lectura de "Lincoln" de Gore Vidal. Saludos!!!
EliminarTrilogía, quise decir, evidentemente, jajaja.
EliminarMarco,
EliminarEstás que te sales inventando palabras,...jajajaja.
¡Buen "finde", compañero!
Jajaja, es verdad Geli, no sé qué me pasa. Incontinencia verbal de primer grado, supongo, jejeje. Buen "finde", compañera!!!
EliminarQuerida Hada:
ResponderEliminarTe escribo estas letras para decirte que, aunque no he visto la peli, tu texto descarnado y sin esperanza, me dice que ya estoy tardando en hacerlo. Creo que es una muy buena aproximación a los tiempos que corren. No puedo dejar de pensar en la locura de este mundo, de este país, que parece que no quiera evolucionar.
Garzón inhabilitado y Camps en la universidad: víctimas y verdugos...
¡Buen trabajo!