domingo, 5 de febrero de 2012

AUDREY Y SUS AMORES.

"Él me hizo vivir de nuevo, darme cuenta que no todo se había terminado para mí".

La imagen que le devolvía aquel espejo era bella. Aún anidaba en ella esa frescura natural .Su piel era suave como antaño, incluso más que antaño, pues ahora verdaderamente era más delicada debido al transcurrir del tiempo.

Jugó con su pelo, enredándolo con unas horquillas y formando un gracioso recogido que le hacía más juvenil. Observó la fotografía que había en su tocador y sintió nostalgia.

Notó un escalofrío en su nuca cuando unas delicadas manos le ayudaban a abrochar el clic de aquel collar de perlas.

El espejo volvió a proyectar una imagen. Audrey se sintió de nuevo Sabrina, mientras las manos de Bob recorrían suavemente el cuello de cisne de su amada.

11 comentarios:

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  2. Estoy de acuerdo con la Maga. Muy bonito.

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  3. Muy Bonito Marigé, precisamente me encanta el párrafo del collar de perlas, te imaginas la escena tan bien...

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  4. Misterio, ha desaparecido un relato. Wissssssssss!!!

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  5. No he podido ni leerlo, ni imaginarlo siquiera.

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    1. Qué detallista y visual eres, debes explotar esa cualidad.

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  6. Buen trabajo Tula... Ahora luce mucho mejor. Enhorabuena!!!

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  7. Sí, Fernando tiene razón. Tu texto es muy "cinematográfico". Si me permites, trata de cambiar los gerundios por otras formas verbales. Creo que el texto cobraría más rotundidad. Por supuesto es solo una opinión. Los gerundios están bien.
    ¡Enhorabuena, Marige!

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    1. Un escritor me dijo una vez que si un editor ve un gerundio en un proyecto de libro, no sigue leyendo. A mi tampoco me gustan, no suelo usarlos nunca.

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