(Para Óscar Romero, Ignacio Ellacuría, Hélder Cámara y José María de Llanos)
El camino de la culpa es horizontal, llano y no tiene final. Posee la forma de un sable, de un arma de fuego, de la trayectoria que recorre una bala de plomo desde que es disparada hasta que impacta en el cuerpo de un guaraní. La culpa pesa, es una armadura oxidada que lastra cualquier intento de ascensión. Culpa que reparte territorios, culpa que traza líneas en los mapas, culpa que destruye lo que otras manos construyeron.
El camino de la redención es vertical, agreste y tiene una meta. Posee la forma de un oboe, de una nota musical, de la trayectoria que recorre una mano hasta que roza otra mano. La redención alivia, es un cuchillo que corta las ataduras de la armadura oxidada que lastraba nuestra ascensión. Redención que rompe las fronteras, redención que desdibuja las líneas de los mapas, redención que reconstruye lo que otras manos destruyeron.
Magnífico, Marco. Difícil el camino de la redención si te apartas de ese Dios que todo lo perdona.
ResponderEliminarUna cosa: solo hay un verbo en pasado: "lastraba", ¿es intencionado?
Gracias Lu. No creo que la dificultad del camino esté en función de lo cerca o no que estemos de Dios, sino de lo cerca o no que estemos unos de otros. Lu, el verbo sí está en pasado de forma intencionada, ya que cerraría, de alguna manera, la frase del párrafo de arriba. Digamos que el cuchillo corta (como en la película) la cuerda de la armadura que antes nos lastraba. No sé si está muy claro así, pero esa era la intención. Gracias Lu!!!
EliminarMuy bueno Marco. Me gustó la película y también su banda sonora. El solo de oboe es una pasada.
ResponderEliminarMuy bien estructurado, me encantan ambas partes,lenguaje claro y conciso. Especialmente comparto la segunda. El tema es que ni siquiera se sienten culpables!!
ResponderEliminarMe ha sobrecogido tu relato Marco, como lo hizo la película, y la música que sigo escuchando a menudo. Felicidades por tu prosa tan cuidada.
ResponderEliminarMe quito el sombrero, compañero. La contraposición de ambos párrafos y la repetición de "culpa y redención", como una letanía, para reforzar, para que no olvidemos de qué nos estás hablando.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Marco!
Me ha encantado Marco, esta película es una pasada, pero tu relato también lo és. Felicidades.
ResponderEliminarMuy bueno, sí señor, como siempre. Tan sólo felicitarte.
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